MÉXICO.- Familias enteras de migrantes, la mayoría haitianos, permanecen en la orilla del río Bravo.
«Lo que estamos viendo ahora es una cosa que… primera vez que se ve creo yo de tanto inmigrante y es por la situación que están en los otros países porque la cosa ahora está media difícil en todos los lados», comentó un migrante haitiano.
Los migrantes llegan a Ciudad Acuña a bordo de autobuses comerciales y después cruzan hacia los Estados Unidos por la zona conocida como «Las Cuchillas». Se registran con las autoridades de migración. Reciben un ticket y deben de esperar para que su solicitud sea procesada; una espera que puede durar hasta cinco días.
Miles de ellos acampan bajo el puente internacional. No reciben comida ni agua y por ello constantemente regresan al centro de Ciudad Acuña para abastecerse.
«No hay nada para comprar y por eso hay mucha gente, cruzan por allá, por el agua para comer. Algunos tienen niños, todo eso, pero para comprar agua también para tomar», dijo un migrante haitiano.
La presencia de migrantes ha trastocado la vida cotidiana en ese lugar.
«Ellos son muy desordenados. Hacen mucho tiradero de basura. No se portan mal, en la forma de que sean agresivos, no. Se portan muy bien», señaló una habiten de Acuña, Coahuila.
«No solo son un número importante de personas las que andan deambulando por las calles en la compra o consiguiendo víveres, sino también un número importante de niños que se encuentran expuestos a las inclemencias del tiempo, el sol, etc», dijo Gerardo Márquez, fiscal general de Coahuila.
Para tratar de dar solución al flujo masivo de migrantes autoridades de Eagle Pass, Texas, y Piedras Negras, Coahuila, se reunieron en las oficinas de aduanas y protección fronteriza.
«Hay mucha gente de Haití, hay mucha gente de Ecuador, brasileños que están viniendo aquí, a esta comunidad y estamos haciendo todo lo posible para que no pasen por esta comunidad», señaló David Saucedo, juez del condado de Maverick, Texas.
Con información de Noticieros Televisa