Todos sabemos esto pero también sabemos mejor que nadie que lo que nuestro cuerpo recibe es importante para mantener la salud de cada una de las células del organismo desde el cerebro hasta las venas que llegan al dedo pequeño del pie.
De entrada es importante saber más sobre los Rayos Ultravioleta UV, no son más que una pequeña porción de los rayos solares, pero de acuerdo con la Sociedad Estadounidense del Cáncer son la causa principal de los efectos dañinos del sol en la piel. Por otra parte, si nos exponemos excesivamente a los rayos UV corremos un mayor riesgo de contraer cáncer de piel. Recordemos que también nos exponemos a los rayos UV si utilizamos camas o lámparas de bronceado ¡Atención! exponernos voluntariamente a los rayos UV dañinos puede no ser la mejor idea.
La radiación ultravioleta (UV) daña la piel, de modo que el sol no sólo causa quemaduras, también produce envejecimiento prematuro, arrugas, pérdida de elasticidad y más. En un estudio publicado por el International Institute of Byophisics se analizaron los efectos de una crema de proantocianidinas oligomé ricas, (OPC, sud siglas en inglés) cuando la piel se expone a la radiación UV. El punto de referencia se definió midiendo la piel de los sujetos antes y después de la exposición a los rayos UV y una vez más después de que se aplicaron la crema de proantocianidinas oligoméricas. El estudio concluyó que “la aplicación de proantocianidinas oligoméricas inmediatamente después de la exposición a los rayos UV resultó en una reducción significativa (aproximadamente 30%) de las UPE inducidas por los rayos UV. La aplicación tópica de la crema de proantocianidinas oligoméricas también redujo la sensibilidad de la piel a los rayos UV tras la exposición frecuente a los mismos”. Los investigadores sugieren que “el uso regular de la crema de proantocianidinas oligoméricas podría proteger la piel de los efectos dañinos de los rayos UV”.
En un estudio publicado por el Journal Of Lipid Reserch se encontró que uno de los dos tipos más importantes de ácido grasos omega-3, el ácido eicosapentaenoico (EPA), puede ayudar a bloquear la forma en la que la piel reacciona ante los rayos Ultravioleta (UV). Cuando la luz UV interactúa con los genes que responden a los rayos UV en la piel en la piel, lesiona el tejido conectivo y pueden formarse arrugas. Los investigadores encontraron que el EPA podría inhibir la interacción entre los rayos UV y ciertos genes que responden a estos en el organismo, ayudando a proteger el colágeno y reduciendo así los efectos que provocan la aparición de arrugas y que la piel se cuelgue.

