MUNDO.- Israel atacó objetivos de Hezbolá en el sur de Líbano y el grupo apoyado por Irán atacó instalaciones militares en el norte de Israel, aumentando el temor a un conflicto total un día después del lanzamiento de una oleada de ataques aéreos israelíes que dejaron 558 muertos, entre ellas 50 niños y 94 mujeres, e hirieron mil 835 personas más.
«En la última hora, aviones de guerra bombardearon objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano, incluidos lanzamisiles, edificios militares y edificios donde se almacenaban armas», publicó en X el portavoz del Ejército israelí, Avichay Adraee.
El Ejército israelí indicó en un comunicado que está llevando a cabo «bombardeos masivos contra objetivos terroristas de Hezbolá en Líbano» y que posteriormente dará a conocer «detalles» de la operación.
Por su parte, Hezbolá dijo haber atacado varios objetivos militares israelíes durante la noche, entre ellos una fábrica de explosivos situada a 60 kilómetros en el interior de Israel.
El Ministerio de Salud libanés dijo que seis personas murieron después de un ataque aéreo israelí en el sur de Beirut y otras 15 personas resultaron heridas.
Fuentes de seguridad en el Líbano informaron que un ataque aéreo israelí en los suburbios del sur de Beirut mató el martes a un comandante de Hezbolá que era una figura importante de su división de cohetes.
El Primer Ministro israelí, Benajamin Netanyahu, afirmó el martes que Israel seguiría bombardeando objetivos de Hezbolá y pidió a los ciudadanos libaneses que se libraran de las garras del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá.
«Cualquiera que tenga un misil en su salón y un cohete en su garaje no tendrá un hogar», dijo Netanyahu en una base del Ejército en un lugar no revelado después de que el Ejército dijera que había encontrado munición en las casas de la gente.
«Nuestra guerra no es con vosotros, nuestra guerra es con Hezbolá. Nasralá los está llevando al borde del abismo… Librense de las garras de Nasralá, por su propio bien».
Con información de Reforma