MÉXICO.- La industria de la moda es la segunda más contaminante en el mundo. Según un informe de la ONU sobre comercio y desarrollo, cada año se tiran al mar medio millón de toneladas de microfibra, lo que equivale a tres millones de barriles de petróleo.
El modelo dominante en el sector es el de la moda rápida, que ofrece a los consumidores cambios constantes de colecciones a bajos precios, alentando a desechar la ropa constantemente.
Cynthia Gómez, Coordinadora Licenciatura Diseño de moda y textiles sostenibles de la UIA advierte que el exceso de producción ha hecho que compremos un material que se va tardar siglos en descomponerse y lo estamos comprando como desecho.
Por ello, en la actualidad los diseñadores se han preocupado más por ofrecer prendas de vestir orgánicas que logren disminuir la huella de carbono. Incluso, los jóvenes que están egresando de las escuelas de moda y diseño, están depositando sus expectativas en crear ropa con biomateriales.
Un grupo de estudiantes egresadas de las licenciaturas en diseño de indumentaria y moda y de diseño textil de la universidad iberoamericana, confeccionaron vestidos a partir del uso de biomateriales.
Los vestidos fueron utilizados por cantantes de ópera, durante la pasarela de moda ecológica que organizó el Festival de arte y ciencia El Aleph de la UNAM.
Tres equipos diseñaron tres vestidos diferentes, utilizando de manera experimental los desechos de alcachofa, la flor de jamaica y la cáscara de naranja, hasta lograr un material flexible y que no se echara a perder.
Francisco Hernández , Diseñador industrial y maestro en la UIA explicó que se usa glicerina y grenetina junto con agua para aglutinar la mezcla. Detalla que ‘la glicerina es la que nos da la flexibilidad que buscamos y la grenetina es la proteína que es la que hace que se enlacen estas cadenas de material para poder crear un producto sólido que te resista’.
Aunque la industria textil y de la moda ya se está transformando en el mundo, con tres acciones básicas: reparar, reciclar y reutilizar, lamentablemente son prendas que aún se quedan en las pasarelas, pues siguen siendo costosas e inaccesibles para muchos.
Con información de N+ / Al aire con Paola / Karina Cuevas