MUNDO.- Los médicos trataban el lunes de salvar la vida a las personas que resultaron gravemente lastimadas el día anterior en un voraz incendio en el sector del Bronx en la ciudad de Nueva York, donde 19 personas murieron, nueve de ellas menores de edad.
Una gran cantidad de personas seguían hospitalizadas, y el alcalde Eric Adams declaró el lunes en la mañana que varias seguían en condición crítica tras el incendio, el peor ocurrido en la ciudad en varias décadas.
El alcalde, con tono sombrío, declaró a CNN que el saldo de muertes podría aumentar.
«Estamos rezando a Dios que sobrevivan», añadió.
Los investigadores determinaron que el incendio en el edificio de 19 niveles se debió a un calentador defectuoso que fue encendido debido a que el domingo en mañana hacía mucho frío.
Las llamas dañaron sólo una pequeña parte de la estructura, pero el humo se filtró por la puerta abierta del apartamento e inundó las escaleras, que en ese edificio eran la única vía de escape ya que es demasiado alto para tener escalerillas externas.
Algunos de los vecinos no pudieron escapar debido al intenso volumen de humo, informó el comandante de los bomberos Daniel Nigro. Otros quedaron incapacitados en su intento de fuga.
Los bomberos hallaron víctimas en cada piso, muchas con dificultades cardiacas o respiratorias, dijo Nigro.
Algunos menores fueron sacados en brazos del edificio e inmediatamente recibían oxígeno. Algunos tenían los rostros cubiertos de cenizas. Los bomberos seguían rescatando gente incluso después de agotarse sus tanques de oxígeno, relató Adams.
«Tenían vacíos los tanques de oxígeno y a pesar de ello desafiaron al humo para rescatar a los demás», indicó el alcalde.
Nigro afirmó que se ha abierto una investigación para determinar cómo se expandió el fuego y si hubo alguna manera de evitar o contener las llamas.
Adams dijo que al parecer el humo se expandió debido a que estaba abierta una puerta que debía cerrar automáticamente.
«Es posible que esta puerta tenía algún problema de mantenimiento. Y esa será parte de la investigación», expresó Adams en el programa Good Morning America.
Los nuevos edificios grandes en la ciudad de Nueva York por ley deben tener regaderas en los techos y puertas que se cierran automáticamente a fin de privar de oxígeno a cualquier incendio, pero la ley no aplica a edificios de mayor antigüedad.
Con información de AP