Ciudad de México.- La organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) hizo un llamado este jueves en favor del cactus, en especial el nopal, planta de origen mexicano, considerado alimento y pienso clave para el futuro en numerosas zonas del mundo.
El nopal, higuera de pala, tuna o chumbera, entre otras denominaciones, debe ser considerado «valioso, especialmente como alimento y pienso para el ganado en áreas de tierras secas», explicó la FAO en un comunicado divulgado en Roma.
Expertos de todo el mundo reunidos en la sede central de la entidad llegaron a la conclusión de que la planta, de la familia de las cactáceas, en general considerada como una mala planta y no valorizada, ofrece muchos posibilidades a los agricultores como alimento, forraje y agua para la población local y su ganado.
«Si bien la mayoría de los cactus no son comestibles, las especies del género Opuntia tienen mucho que aportar, en especial si se gestionan como cultivo en lugar de planta que crece silvestre», sostiene la agencia especializada de Naciones Unidas.
La FAO citó el caso de la «extrema sequía» que azotó a Madagascar en 2015, donde el cactus se reveló crucial.
La subespecie Opuntia ficus-indica, cuyas espinas se han logrado eliminar, pero reaparecen si la planta sufre estrés, fue introducida en 26 países, más allá de su área de distribución natural.
«Su gran resistencia la convierte en un alimento útil de último recurso y parte integral de los sistemas agrícolas y ganaderos sostenibles», subrayó la FAO.
Para difundir los conocimientos sobre el manejo eficaz del nopal, la FAO y el Centro Internacional de Investigación Agrícola en las Zonas Secas (ICARDA) han elaborado el folleto «Ecología, cultivo y usos del nopal», (Crop Ecology, Cultivation and Uses of Cactus Pear), con información actualizada sobre los recursos genéticos de la planta, rasgos fisiológicos, preferencias de suelo y su vulnerabilidad a las plagas.
La publicación ofrece también consejos sobre cómo explotar las virtudes culinarias del nopal, como ocurre desde hace siglos en su natal México, y recuerda que se ha convertido en una arraigada tradición gourmet en Sicilia.
«El cambio climático y la creciente amenaza de las sequías son razones importantes para promover el humilde cactus al estatus de cultivo esencial en muchas áreas», aseguró Hans Dreyer, director de la División de Producción y Protección Vegetal de la FAO.
El cultivo del nopal se está extendiendo lentamente, impulsado por la creciente necesidad de plantas resilientes frente a la sequía, los suelos degradados y las temperaturas más altas, reconocieron los expertos.
En México, donde el amplio consumo per cápita anual de nopalitos, las sabrosos y tiernas palas, también denominadas pencas, o cladodios, es de 6,4 kilogramos. Las Opuntias se cultivan en pequeñas granjas y se cosechan en el medio natural en más de 3 millones de hectáreas, recuerda la FAO.
En Brasil más de 500.000 hectáreas de plantaciones de cactus son destinadas al suministro de forraje.
La planta también se encuentra habitualmente en granjas en África del Norte, y en la región de Tigray en Etiopía cuenta con alrededor de 360.000 hectáreas, de las cuales la mitad son cultivadas.
La capacidad del nopal para sobrevivir en climas áridos y secos lo convierte en un elemento clave en la seguridad alimentaria, según la organización especializada.
Además de proporcionar alimentos, el cactus almacena agua en sus palas, convirtiéndose así en un «pozo» botánico capaz de suministrar hasta 180 toneladas de agua por hectárea, suficiente para mantener cinco vacas adultas, lo que supone un incremento sustancial sobre la productividad típica de los pastizales.
En tiempos de sequía, la tasa de supervivencia del ganado es mucho más alta en granjas con plantaciones de cactus.
La presión prevista sobre los recursos hídricos en el futuro convierte a los cactus en «uno de los cultivos más importantes para el siglo XXI», asegura Ali Nefzaoui, investigador basado en Túnez del ICARDA.
Fuente: El Universal