MÉXICO.- Este miércoles llega a México un especialista de Estados Unidos para emitir su opinión sobre la situación en la que se encuentra actualmente la mina «El Pinabete», reveló Laura Velázquez, Coordinadora Nacional de Protección Civil.
«Incluso se le está acercando toda la información de los especialistas para que vaya revisando, (…) ya trae una opinión, una validación de todas las secciones que hemos realizado (…) ya hablé con el embajador de Alemania acercando la información, estamos contentos porque me hicieron comentarios de que pidiéramos opinión de unos ingenieros muy especializados en México y son justos nuestros asesores, estamos en lo correcto, en la vía correcta».
El martes comenzaron los trabajos geofísicos en la mina «Conchas Norte» para la construcción del muro de concreto e impedir que se siga filtrando el agua a los tres pozos de la mina «El Pinabete».
«Yo espero que haya sido ya concluyente la geofísica para que nos digan en dónde van, ya hablamos con la cementera que nos va a traer, no sé qué cantidad tan importante de cemento y algunos otros aditamentos, ya, ya está todo apalabrado para empezar en el momento que nos digan».
Fernando González tiene 74 años, laboró 12 años en la mina «Conchas Norte». Fue el trabajador 540, tenía un sueldo semanal de 800 pesos, contaba con diferentes prestaciones al igual que sus compañeros.
Recuerda que los principales problemas a los que se enfrentaban durante sus jornadas laborales era el agua y el gas.
«El peligro que nos asechaba era el gas, el agua la teníamos controlada, la mina pasa por debajo del río, entonces ese río está arriba, no es agua que haya caído del río, esa agua se acumuló ahí de tanto tiempo (…) El agua que sacabas en tres horas, en una hora se te acumulaba y ya no te dejaba trabajar (…) Una cantidad de treinta y tantos años cuánta agua cree que se haya acumulado, abajo es un mar, es un mar».
Armando Guajardo era el empleado número 490 en la mina «Conchas Norte». Lo hizo por ocho años. Cuando cerró la mina por exceso de agua percibía semanalmente 900 pesos.
«Lo que sí había era agua, agua en la parte de abajo, pero había depósitos donde la bombeaban de esa parte hacia cierto crucero y del crucero a otra parte y luego al exterior (…) ¿Cerró por tanta agua? Agua y aparte el carbón ya no era costeable, no salía muy limpio, ya venía muy manchado».
Martín Solís tiene 66 años. Cuando tenía dos años de trabajar en la mina «Conchas Norte» sufrió un accidente y decidió renunciar.
«Yo por el agua, yo nada más me salí por eso y el terreno estaba más o menos como quiera el terreno, si había bastante agua (…) Estaba un charcote de agua y me agarré del mono riel y en eso echaron andar la banda, trabajó la banda y yo por fijarme para abajo a ver la banda perdí pisada aquí arriba y al agua me fui».
«Ese terreno tiene muchos veneros, es agua buena (…) ¿Salía mucha agua de ese venero? Pues nomás le voy a decir que cuando fallaba la bomba, era una bomba chiquita, luego, luego aumentaba (…) ese venero tiene mucha agua», comentó Fernando Rico, minero en «Conchas Norte».
Luciano Gaytán de 87 años, trabajó once en la mina «Conchas Norte». Durante varios años fue delegado sindical. Asegura que la gran cantidad de agua de veneros y filtraciones dentro de la mina hizo inviable su operación, obligando a su cierre en 1996.
«Sí tiene mucha agua esa mina (…) hicieron una pila, porque era mucha agua, la juntaban ahí y de ahí la bombeaban de fuera (…) el agua les quitó la mina, ya no pudieron trabajar, tanta agua que había».
Los trabajos para la extracción de agua continuaron en los tres pozos. El agua no descendió el martes, pero comenzó a equilibrarse y se espera que comience a bajar en los próximos días.
Con información de N+ / Bogdán Castillo