MUNDO.- Al menos 7 personas murieron y casi 390 casas fueron destruidas por el terremoto de magnitud 7,6 que el domingo causó varias avalanchas en remotas zonas montañosas en el noreste de Papúa Nueva Guinea, según los últimos datos publicados hoy por la ONU.
En un comunicado, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas indicó que hay 24 heridos a causa del temblor, que también ha causado apagones de electricidad y daños moderados en carreteras, puentes y otras infraestructuras.
Las muertes han ocurrido debido a los corrimientos de tierra cerca del hipocentro del seísmo en las provincias de Morobes.
«En la provincia de Madang, una evaluación limitada en la ciudad de Madang ha revelado que 389 casas, principalmente estructuras ‘semipermanentes’ hechas con materiales ligeros apilados, han colapsado», indica el informe de la OCHA.
A falta de datos oficiales del Gobierno de Papúa Nueva Guinea, la agencia de la ONU ha contado a las víctimas con ayuda de las autoridades locales y otros organismos humanitarios.
«Sé que las telecomunicaciones y la electricidad en algunas partes del país también han sido afectadas», dijo la víspera el primer ministro papuano, James Marape, en un mensaje a la nación en el que recalcó que su Gobierno está recopilando todos los datos para desplegar la ayuda a los damnificados.
El seísmo de magnitud 7,6 golpeó el domingo por la mañana a 63 kilómetros de la localidad montañosa de Kainantu, una zona bastante despoblada que se encuentra a unos 400 kilómetros al noreste de la capital, Port Moresby, y su hipocentro fue localizado a 61 kilómetros de profundidad.
El Servicio Geológico de Estados Unidos emitió ese día un aviso de posible riesgo de tsunami a 1.000 kilómetros del epicentro que más tarde fue levantado.
La isla de Nueva Guinea, cuya mitad occidental pertenece a Indonesia, se asienta sobre el «Anillo de Fuego del Pacífico», una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida al año por unos 7.000 temblores, la mayoría moderados.
En febrero de 2018, un terremoto de magnitud 7,5 dejó más de 145 muertos y centenares de heridos en una remota zona montañosa de Papúa Nueva Guinea.
Con información de EFE