Ciudad de México. – Rafael Coronel murió ayer a los 87 años, como difundió su hijo Juan Coronel Rivera en redes sociales.
Con el fallecimiento del pintor y coleccionista zacatecano Rafael Coronel (1931-2019) se fue el artista de la forma tenebrista y del trazo monstruoso que privilegió la imagen de muertos, demonios y personajes sombríos quienes luchan entre la realidad y la fantasía.
Horas después del anuncio, autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y del gobierno de Zacatecas anunciaron que le rendirán un homenaje póstumo en cuanto la familia decida una fecha. Sus restos mortales, velados desde anoche en la agencia funeraria J. García López de San Jerónimo, permanecerían en la Ciudad de México; al cierre de esta edición no se habían revelado los detalles sobre su deceso.
Desde la Secretaría de Cultura del @GobiernoMX extendemos una respetuosa invitación al homenaje a la memoria del pintor Rafael Coronel Arroyo (Zacatecas, 1932-2019), que se realizará este miércoles 8 de mayo, 14 h, en el @PalacioOficial. pic.twitter.com/7oa3Y8Xeiz
— Secretaría Cultura (@cultura_mx) May 8, 2019
Definido por Luis Cardoza y Aragón como “un río en el mapa de la pintura mexicana, cuyas formas abstractas, o no, siempre producen impacto, manifiestan sensibilidad e imaginación”, Coronel fue un lobo solitario que viajó a la Ciudad de México para estudiar en la Escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda. Su vocación, dicen, venía de familia, pues uno de sus abuelos decoraba iglesias y dibujaba las guirnaldas que adornaban las paredes.
Hermano menor de Pedro Coronel, contrajo nupcias con Ruth Rivera —hija de Diego Rivera y Lupe Marín—, con quien tuvo a su único hijo: Juan Coronel Rivera en 1961. Ocho años después, ella falleció.
Considerado una de las figuras más representativas de la pintura mexicana de la segunda mitad del siglo XX y el XXI, Coronel le dio forma al nuevo expresionismo mexicano y a lo largo de 70 años de trayectoria transitó del dibujo a las tintas, el óleo en negro sobre papel, entre el arte figurativo y abstracto. En 1954, Carlos Mérida lo llevó con Inés Amor e ingresó a la Galería de Arte Mexicano, donde dos años después realizó su primera exposición individual y cinco años después obtuvo su primera muestra individual en el Palacio de Bellas Artes, donde volvería en 2011.
«El regalo»
Por Rafael Coronel Arroyo (1932-2019) pic.twitter.com/ChS86yNYCy
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De acuerdo con la galería Mónica Saucedo, “en la imaginería de Coronel viven sombríos monjes, frailes, santos, muertos y demonios que se debaten entre la realidad y la fantasía en un universo crudo y a la vez poético”, y asegura que la influencia de los grandes maestros europeos como Goya, Rembrandt y Vermeer está presente en su trabajo, particularmente el tenebrismo de Caravaggio.
Coronel obtuvo el Premio Córdoba al mejor pintor joven latinoamericano y el Primer Premio de la Bienal de Tokio y Osaka, y desde 1956 sus obras se han montado en tres continentes, la mayor parte de la cual se distingue por la tendencia melancólica que privilegia el uso del claroscuro. Y más allá de su obra pictórica dejó su colección de 11 mil máscaras en el museo que lleva su nombre, en Zacatecas, en donde se exhiben desde los años 90.
Con información de Excélsior.