Ciudad de México. – No es por falta de preparación académica que las mujeres no están llegando a puestos directivos, sino porque muchas veces no tienen confianza en ellas. La cultura enseña a que el lugar que deben ocupar no es el cabeza de la mesa, así que muchas, de antemano, se descartar para liderar un equipo.
Al iniciar el segundo y último día del Women’s Forum 2019, en el Claustro de Sor Juana, directoras de empresas y del negocio del emprendimiento analizaron las causas por las que sigue habiendo más hombres liderando compañías en todo el mundo.
El machismo “no es monopolio de México”, ironizó Gina Diez Barroso, directora de Dalia Empower, un centro dedicado a educar a las mujeres en emprendimiento y liderazgo. Como representante de la iniciativa W20 en el grupo de los 20 países industrializados y emergentes (G20) se ha topado con el mismo problema en varias mujeres de oros países.
Diez Barroso invitó a las asistentes a invertir en su educación y preparación, principalmente en las “soft skills”. En la jerga de recursos humanos, las habilidades blandas son aquellas que tienen que ver con lo que se aprende en el ámbito social, como la comunicación o el manejo de las emociones.
Una de esas habilidades es la confianza en sí mismas. Y algo tan sencillo podría estar obstaculizando la carrera de muchas mujeres. En eso coincidió Fausto Costa, presidente ejecutivo de Nestlé México. El directivo narró una experiencia que tuvo hace muchos años con una colaboradora, una situación que ha visto repetirse a lo largo de todo este tiempo.
De manera seria, un día esa trabajadora le pidió hablar con él. Entraron a la oficina y ella se notaba pálida, después de dar varios rodeos le dijo que estaba embarazada. En México, y otros países, a estas alturas todavía hay muchos despidos a causa de la maternidad de las trabajadoras, quizá pensó que podría pasarle a ella.
A partir de ese día Fausto Costa aprendió a identificar cuándo una de sus colaboradoras le plantearía lo mismo, y casi con el mismo temor. Por ello llamó a las empresas a poner especial atención en la formación de líderes que tengan una perspectiva de género, para darle la confianza a sus empleadas de hacer su vida sin tener que elegir entre el trabajo.
Subrayó que en Nestlé cuentan con licencias largas de maternidad y paternidad, lactarios y políticas de equidad de género. Estas prácticas laborales llevan varios años en Suecia, indicó Peter Burman, presidente de Education First. Sin embargo, sigue haciendo falta más trabajo para llegar verdaderamente a la equidad.
En la jerga de recursos humanos, a esto le llaman “habilidades blandas”.
Con información de El Economista