MUNDO.- Esta curva en color verde es un indicador fundamental del estado de la economía y de lo que estaría por venir. Muestra los rendimientos de bonos del Tesoro de Estados Unidos a diez años, menos 3 meses.
Cuando esta curva se invierte, una recesión en Estados Unidos ocurre de 18 a 24 meses después. Así ha sucedido desde hace 50 años sin excepción.
La curva se acaba de invertir, aquí, al final.
Esto quiere decir que los rendimientos de los bonos a 3 meses están por encima de los bonos a 10 años. Indica entonces que la confianza en la economía en el largo plazo se está perdiendo.
Es la primera vez que esto ocurre desde 2007, cuando anticipó la recesión y crisis financiera de 2008.
Los mercados en Estados Unidos y el mundo lo saben y este miércoles cayeron. El índice Dow Jones se desplomó 800 puntos, la bolsa de México tuvo una caída no vista desde hace 5 años y otras bolsas en Europa y Asia se hundieron.
En China, la producción de las fábricas llegó a su punto más bajo en 17 años y su economía se está desacelerando.
En el mundo, cinco de las más grandes economías están en riesgo de recesión, México entre ellas.
La economía alemana decreció 0.1% entre abril y junio. La de Reino Unido se encogió en el segundo trimestre, Italia ya no tiene crecimiento y Brasil estaría ya en recesión.
Una recesión en Estados Unidos arrastraría al mundo
En los casos de China y Alemania, los daños provienen de manera importante de la guerra comercial desatada por el gobierno de Trump. Pero una recesión en Estados Unidos arrastraría al mundo.
Aunque la curva de rendimiento haya disparado las alertas el miércoles, un especialista del diario The Wall Street Journal advierte que este caso no es como los anteriores. Si bien la curva de rendimiento a 10 años se ha invertido, las otras curvas, amarilla y azul a 10 menos 5 y 30 años, no se han invertido como en ocasiones anteriores. La de 30 años, en color azul, tiene forma de V, lo cual indicaría que hay dificultades en el corto plazo, pero en el largo habría normalidad.
A pesar de ello, la desconfianza se extiende. La aversión a tomar riesgos es tal que, por primera vez, algunos bancos han comenzado a pagar a los consumidores por darles créditos, en lugar de cobrarles. El banco danés Jyske, por ejemplo, ofrece préstamos a diez años para comprar casa, con un -0.5% de interés. Es decir que los deudores van a terminar pagando al banco un poco menos de lo que les costó la casa. Las instituciones financieras están prefiriendo prestar a personas que saben que pagarán, en lugar de ganar arriesgando su dinero en un entorno económico de incertidumbre.
Con información de Ariel Moutsatsos / Foto: Noticieros Televisa