MÉXICO.- El domingo, las oraciones por la paz se elevaron nuevamente en las iglesias de México.
“Invoquemos a los santos para que intercedan por todos nuestros familiares, amigos o conocidos que han muerto o desaparecido violentamente en los últimos años de nuestro México”.
“Por los hombres y mujeres de buena voluntad, para que seamos promotores de justicia y de paz en los ambientes donde nos encontremos”.
Se trató de la Jornada Nacional de Oración por la Paz, que comenzó el 10 de julio a raíz del asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua.
“Hace poco más de un mes que murieron dos compañeros míos en la tarahumara de una manera terrible, y desde entonces los jesuitas, y también todos los cristianos, estamos dejando que nuestra oración salga con fuerza, con cariño para pedirle al Señor por nuestro México, para pedirle que avancemos más allá de la violencia”, dijo el padre Miguel Romero, en la Iglesia Jesuita San Ignacio de Loyola.
En la Iglesia Jesuita de la Sagrada Familia aún permanecían en el altar sus fotografías.
“Esta es una violencia generalizada, no es un hecho aislado la muerte de estos padres (señala las fotografías de los sacerdotes) no es un hecho aislado, obedece a un contexto de violencia que hay que resolver (…) vamos a pedir por todos los que se nos han adelantado y que hayan muerto en este contexto de violencia, nuestros padres, pedimos también en esa iglesia en esta comunidad parroquial pedimos por María de la Luz Robledo González, Juan Fernando García Nava, Juan Carlos Escobedo Flores, Hugo Alvarado Álvarez y Alejandro Gutiérrez Guerrero», señaló el padre de la Iglesia Jesuita de la Sagrada Familia.
En esta ocasión, la Conferencia del Episcopado Mexicano había pedido a los fieles que llevaran a misa las fotografías de familiares y amigos desaparecidos o víctimas de la violencia en nuestro país, para recordarlos en el servicio religioso dedicado a ellos, sin embargo, en las que recorrimos, no ocurrió así.
En la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, el Obispo Auxiliar de México señaló:
“Reconocemos que nos sentimos interpelados ante la realidad de la violencia que se vive a lo largo y ancho de nuestra República Mexicana y deseamos actuar de manera articulada junto con todos los que claman la justicia, la reconciliación y la paz. Somos conscientes del reto que enfrentamos de mantener la memoria, implorar justicia, frenar la violencia y ser artesanos de paz. Habiendo sido convocados con nuestros obispos mexicanos para esta jornada de oración, hoy todos ofreceremos esta eucaristía para pedir por quienes han perdido la vida a causa de la violencia o se encuentran desaparecidos, ya que la eucaristía es escuela de caridad, de unidad y de paz; vivámosla plenamente para ser agentes formadores y constructores de una auténtica paz”, comentó Salvador González, Obispo Auxiliar de México en Catedral Metropolitana CDMX.
La Jornada Nacional de Oración por la Paz concluirá el próximo domingo 31 de julio, con las oraciones por la conversión de los victimarios en aras de buscar una mejor estrategia centrada en el diálogo, el consenso y la restauración de la comunidad.
Con información de N+ / Farah Reachi