OAXACA.- En Oaxaca es tiempo de Guelaguetza.
Es tiempo de la fiesta más grande del estado. Es tiempo de la fiesta de la hermandad entre los pueblos de las ocho regiones. Tiempo de manos artesanas, de bailes típicos, de música, de folklore…
Sin duda Oaxaca es de los estados con mayor riqueza cultural y para muestra, su gente, sus costumbres, sus colores y sus trajes típicos, todo fusionado en la belleza de la danza.
Y justo la danza es uno de los pilares de la Guelaguetza. Cada pueblo llega con las vestimentas representativas de su gente, cuya historia está representada en sus bordados y tejidos.
Es en este contexto donde destaca el tradicional baile «Flor de Piña», originario de San Juan Bautista Tuxtepec, en la Región de la Cuenca del Papaloapan, que este año conmemora su 60 aniversario.
Nace la «Flor de Piña»
Para 1958 la región de Tuxtepec carecía de un baile típico para las festividades de la Guelaguetza. En ese entonces, era representada por sones veracruzanos.
Al considerar que la indumentaria jarocha no correspondía al estado, el gobernador Alfonso Pérez Gasga ordenó al municipio de San Juan Bautista Tuxtepec que creara una coreografía indígena digna de la región.
Asimismo, pidió que la danza se acompañara de la pieza «Flor de Piña», del músico oaxaqueño Samuel Mondragón.
Fue así que la coreografía estuvo a cargo de la profesora Paulina Solís Ocampo, quien imprimió en los movimientos la alegría de la mujer por la buena cosecha de piña.
Desde entonces, este baile es interpretado solo por mujeres que visten huipil, usan trenzas con tiras de colores y llevan una piña sobre el hombro.
Para conmemorar los 60 años del «Flor de Piña», el gobierno municipal organizó diversos eventos, entre ellos un desfile, una presentación monumental de la danza, así como una exposición de pinturas y una recopilación de fotos tomadas a lo largo de seis décadas con la representación de este baile.
Redacción / Foto: El Universal/Edwin Hernández / Video: YouTube/La Onda Oaxaca