Francia. – A dos meses del incendio que dejó en ruinas la catedral de Notre Dame, el arzobispo de la capital francesa, Michel Aupetit, ofició ayer una misa, sin feligreses, en la capilla ubicada detrás del coro del templo.
“Esta catedral es un lugar de culto, esta es su finalidad propia y única. No hay turistas en Notre Dame”, señaló en su homilía Aupetit, quien antes de la ceremonia puntualizó que “se trata de recordar que esta catedral está viva y de celebrar aquello para lo que fue construida”.”Es un mensaje de esperanza y gracias a todos los que se sintieron conmovidos por lo que pasó con esta catedral”, agregó, reconociendo que fue “un poco extraño” celebrar una misa con un casco.
La misa fue transmitida por televisión “para que los cristianos puedan participar y comulgar”, de acuerdo con un comunicado de la diócesis, citado por la emisora local Radio Francia Internacional. A la ceremonia, en la que participó un veterano maestro cantor, asistieron unas 30 personas, en su mayoría sacerdotes y canónigos de la catedral, quienes tuvieron que usar cascos por razones de seguridad.
Sacerdotes con atuendos ceremoniales blancos y estolas amarillas se sacaron brevemente los cascos durante la comunión. Se decidió realizar el oficio religioso ayer con motivo de la fiesta de la Dedicación, que conmemora la consagración del altar de la catedral y que normalmente se celebra el 16 de junio.
Unas horas antes de la misa, el ministro de Cultura, Franz Riester, declaró a la radioemisora local Europe 1 que las obras de reconstrucción de la catedral podrían tardar más de cinco años, plazo establecido por el gobierno del presidente Emanuel Macron, y manifestó que no había que confundir “velocidad con precipitación”.
El plazo de cinco años mencionado por Macron había generado polémica en el país, luego de que el Senado acusó al gobierno de promover un proyecto “precipitado” y le exigió que las obras de reconstrucción respeten el diseño original de la catedral, afectada por un devastador incendio registrado el pasado 15 de abril. La investigación sobre el origen de las llamas se mantiene en curso.
Por otra parte los multimillonarios franceses que prometieron públicamente que donarían cientos de millones de euros para reconstruir la catedral de Notre Dame todavía no han dado un centavo para la restauración del monumento nacional de Francia, de acuerdo con funcionarios eclesiásticos y financieros. Quienes han pagado el salario de los hasta 150 trabajadores empleados por la catedral desde el incendio del 15 de abril han sido pequeños donantes, mayormente estadunidenses y franceses.
“Los grandes donantes no han pagado. Ni un centavo”, dijo Andre Finot, portavoz de Notre Dame. “Ellos quieren saber exactamente en qué se gastará su dinero y ver si están de acuerdo con eso antes de entregar el dinero”, agregó.
Con información de Excélsior.