México. – El Estado mexicano realizó este jueves una disculpa pública a la periodista y defensora de los derechos humanos, Lydia María Cacho Ribeiro.
En un histórico acto, realizado en el salón Revolución de la Secretaría de Gobernación, donde estuvo presente la periodista y al que asistió como testigo el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, la responsable de la política interior del país, Olga Sánchez Cordero, resaltó que “a 13 años de este lamentable suceso estamos aquí siendo consecuentes como Gobierno, con nuestra historia, con las omisiones y errores del pasado”.
“Hoy estamos aquí para ofrecer disculpas a nombre del Estado México a Lydia Cacho, pero también para reiterar que el Gobierno de la República, de Andrés Manuel López Obrador, no estará supeditado a intereses particulares; que el poder político y el poder público no estará subordinado al poder económico y para enfatizar que estaremos protegiendo aquí a quienes con su pluma o con su voz denuncien cuando la dignidad humana corra peligro o cuando el silencio sea cómplice de la injusticia”, subrayó.
Sánchez Cordero dijo también que “el quehacer periodístico no es ajeno a las condiciones de desigualdad existentes» y se comprometió a que “desde lo que en algún momento fue un espacio de censura como fue la Secretaría de Gobernación, defenderemos que siempre se exprese la oportunidad de disentir y contrastar y no la homogeneidad institucionalizada”.
En su discurso, el subsecretario de Derechos Humanos, Alejando Encinas, explicó que este acto “es de la mayor importancia para dar cumplimiento a la resolución del Comité de derechos humanos de las Naciones Unidas del día 31 de julio de 2018, respecto de las violación a los derechos humanos de la ciudadana Lidia María Cacho Ribeiro, derivados de los hechos ocurridos en diciembre de 2005 y a raíz de su labor como periodista y defensora de los derechos humanos por parte de distintas autoridades del estado mexicano”.
Ante ello, señaló que el gobierno acatará los resolutivos y realizará una investigación imparcial, pronta y exhaustiva sobre los hechos denunciados así como procesar, juzgar y castigar con penas adecuadas a las personas halladas responsables de las violaciones cometidas.
Lydia Cacho comentó que aunque el acto es por la tortura que se cometió en su contra, “definitivamente es representativo de lo que hemos vivido los periodistas durante tantas décadas”.
Además, dijo que la detención y tortura a las que fue sometida son consecuencia de lo publicado en su libro.
«Los demonios del edén», publicado en 2003, retrata una red de prostitución infantil que involucra a empresarios y políticos y que derivó en una denuncia, por calumnias y difamación, en contra de la periodista del empresario poblano Kamel Nacif.
Con información de El Financiero.