MÉXICO.- El Gobierno de México anunció el miércoles un plan para la reconstrucción de Acapulco tras el paso del huracán Otis por más de 3.400 millones de dólares que incluye ayudas a familias, pequeños empresarios y hoteleros, así como la creación de cuarteles de la Guardia Nacional en los barrios grandes para garantizar la seguridad.
El ciclón, que golpeó la costa como categoría 5 hace una semana, destruyó el puerto de un millón de habitantes, arrancó fachadas de lujosos hoteles, anegó barriadas enteras que quedaron totalmente aisladas e incomunicó durante días a la ciudad. Las autoridades mantienen en 46 el número de muertos y en 58 el de desaparecidos aunque siguen las labores de búsqueda.
Además, un total de 33 embarcaciones han sido localizadas hundidas, pero las autoridades no han informado cuántas personas podría haber en ellas.
El Gobierno anunció créditos por 1.400 dólares a pagar a tres años con seis meses de gracia para pequeños comerciantes, préstamos sin intereses para las pequeñas y medianas empresas y el pago de la mitad de los intereses en el caso de los créditos con bancos comerciales que pidan los 377 hoteles de Acapulco y que se destinen a la reconstrucción.
Las autoridades siguen haciendo un censo de daños pero las primeras estimaciones indican que Otis afectó más de 250.000 viviendas y 120 hospitales y clínicas, además del 95% de los comercios y el 80% de la infraestructura hotelera.
Para la población en general el Gobierno federal anunció que no se pagará la luz -que todavía no está totalmente restituida- ni tampoco impuestos hasta febrero de 2024, se darán canastas básicas a 250.000 familias damnificadas durante tres meses a través de grandes centros comerciales, cada hogar recibirá más de 400 dólares para limpieza y pintura y entre 2.000 y 3.000 según los daños que haya sufrido.
Además, el Gobierno contratará a 10.000 jóvenes para las labores de limpieza y adelantará los pagos de todos sus programas sociales, pensiones o ayudas a productores o pescadores mientras repara carreteras y grandes infraestructuras de luz y agua.
Con respecto al despliegue militar, dijo que los nuevos cuarteles se construirán en barrios que tengan más de mil habitantes, tendrán 250 efectivos cada uno y su objetivo será «garantizar la paz y la tranquilidad y evitar el robo para lograr lo antes posible la normalidad».
Después del huracán la desesperación hizo que muchos habitantes arrasaran con las mercancías de las tiendas, muchas también destrozadas, llevándose no sólo productos de primera necesidad sino todo tipo de enseres, lo que generó más caos en la ciudad.
Pero antes del huracán, la ciudad que antaño fue un destino del turismo más glamoroso, estaba sumida desde hace años en una intensa espiral de violencia vinculada con numerosos grupos del crimen organizado presentes en la zona.
Con información de AP