MÉXICO.- Un grupo de peritos federales trabaja en la zona donde ayer ocurrió la explosión en una toma clandestina ene n ducto de Pemex en Tlahuelilpan, Hidalgo.
Rodeados por militares, marinos, policías federales y familiares de las víctimas, las autoridades recorren el lugar, marcan los indicios, cuenta los cuerpos que hasta el momento suman 66.
Poco a poco dan acceso a la gente para que traten de identificar a algunos de sus familiares entre los restos, para tratar de reconocer un zapato, una marca o un indicio entre los cuerpos calcinados y los restos de cenizas.
Muchos no han dormido y a pesar de que se les impidió el paso, durante la madrugada se impusieron y lograron llegar hasta el canal en donde ocurrió la explosión.
Algunos ya sin esperanzas de encontrarlos vivimos y, con resignación, tan sólo esperan para que se les entregue un cuerpo.
Como Jessica, quien ha recorrido varios hospitales y no ha encontrado a su hermana y a su cuñado, por eso acepta que pudieron haber fallecido y pide encontrar sus cuerpos.
Con información de El Universal / Foto: El Universal/Ricardo Moya