México, DF.- La Procuraduría General de la República (PGR), consignó ante un juez a Mario Alberto Romero Rodríguez El Tucán, uno de los líderes del grupo delictivo de los Caballeros Templarios y considerado gente cercana a Servando Gómez Martínez La Tuta.
La dependencia federal informó a en un comunicado que a través de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), en coordinación con la Policía Federal, y derivado de una investigación y de una orden de localización y presentación, el 18 de octubre del 2014, elementos de la Comisión Nacional de Seguridad de la Secretaría de Gobernación ubicaron a Mario Alberto Romero Rodríguez y/o Efraín Rosales Isacc, miembro de un grupo delictivo, en las inmediaciones de la colonia Condesa, de la ciudad de México.
Refirió que al ser identificado, procedieron a dar cumplimiento a la citada orden, y al revisarlo le fue asegurado un vehículo VW passat 2014, un arma calibre 38 súper y aproximadamente 660 gramos de cocaína.
Señaló que Mario Alberto Romero Rodríguez y/o Efraín Rosales Isacc, era jefe de plaza de la organización criminal en varios comunidades y municipios de Michoacán, tales como Antúnez, Mújica y Parácuaro, y cercano a Nazario Moreno, Enrique Plancarte y Servando Gómez Martínez. Asimismo, se encargaba de proporcionar los precursores químicos a la organización, para la elaboración de drogas sintéticas.
El 20 de octubre del 2014, el Agente del Ministerio de la Federación, adscrito a la SEIDO, ejerció acción penal en su contra ante un Juez de Distrito en el Estado de México, por delitos contra la salud, portación de arma de fuego, cohecho y posesión de cartuchos.
En la misma fecha, elementos de la Agencia de Investigación Criminal internaron al detenido en el Cefereso 1, Altiplano, en Almoloya Estado de México.
Señaló que con estas acciones, el Gobierno de la República, en coordinación con las diversas instituciones de Seguridad del Estado Mexicano, reitera su compromiso de continuar combatiendo a las organizaciones criminales, en estricto apego a los derechos humanos y el debido proceso.