México. – El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024 tiene entre sus principales objetivos atajar la violencia, eliminar la corrupción e impulsar el crecimiento económico.
La estrategia, entregada a la Cámara de Diputados para que por primera vez la discuta y la apruebe, fue delineada a través de encuestas por internet, mesas sectoriales, foros estatales y “especiales” en México y Estados Unidos.
El PND establece que el objetivo de la política económica será retomar el camino de crecimiento con austeridad y sin corrupción, con un promedio sexenal de 4%, estabilidad macroeconómica y disciplina fiscal, así como el aumento de la recaudación. Señala que el combate a la corrupción debe ser frontal porque ha sido el principal inhibidor del crecimiento. Aclara que la guerra contra las drogas terminó y en su lugar se aplicará una política de prevención y tratamiento de adicciones.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que el plan es una agenda propia que sacará al país de “la bancarrota neoliberal” en la que lo colocaron otros gobiernos. No tiene tecnicismos, dijo, porque no se trata de entregar la visión de expertos, sino plantear soluciones a los problemas del país.
Tras entregar al Congreso de la Unión el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que, después de 36 años, “por fin México tiene una agenda propia” que sacará al país de la “bancarrota neoliberal” en la que lo colocaron las anteriores administraciones federales.
De acuerdo con el jefe del Ejecutivo, el documento no contiene tecnicismos, porque la idea no es entregar la visión de los “expertos”, sino hablar de las soluciones a los principales problemas del país, como la corrupción y la inseguridad, y ser accesible a la población.
“La Cuarta Transformación significa, también, un cambio de mentalidad… Entonces, eso es el nuevo plan, hoy se da a conocer, se pone a consideración de todos los mexicanos; y que haya polémica, que se lea, que se cuestione y que haya aportaciones también”, comentó el Presidente.
En su introducción, el PND destaca que es una propuesta posneoliberal en la que no se excluye a nadie, busca ser inspiración para el mundo y se considera que el desarrollo no es contrario a la justicia social. El documento describe los 12 ejes rectores a partir de los cuales se dará atención a las demandas de los mexicanos y se arreglará el “desbarajuste” al que fue conducido el país por parte de quienes lo gobernaron en los últimos cuatro sexenios.
Los lineamientos son: honradez y honestidad; no al gobierno rico con pueblo pobre; al margen de la ley nada, por encima de la ley nadie; economía para el bienestar; el mercado no sustituye al Estado; por el bien de México, primero los pobres; no dejar a nadie atrás, no dejar a nadie afuera; no puede haber paz sin justicia; el respeto al derecho ajeno es la paz; no más migración por hambre o violencia; democracia significa el poder del pueblo, y ética, libertad y confianza.
Tras enumerar los principios rectores, se explica que el combate a la corrupción debe ser frontal, porque ha sido el principal inhibidor del crecimiento económico. En el caso de la economía para el bienestar, se precisa que la política económica “no es producir cifras y estadísticas armoniosas”, sino generar bienestar para la población. Además, se enfatiza que el Estado recuperará su fortaleza como garante de la soberanía, la estabilidad y el Estado de derecho.
En el nuevo modelo de seguridad, el plan señala que la guerra contra las drogas se terminó y en su lugar se aplicará la política de la prevención y el tratamiento de las adicciones. Adicionalmente, se destaca que se impulsarán los procesos regionales de pacificación con esclarecimiento, justicia, reparación, garantía de no repetición y reconciliación nacional.
Con información de Excélsior.