México. – El embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, apuntó a la posibilidad de que el renovado tratado comercial de América del Norte (T-MEC) experimente algunos «cambios» para que lo ratifique la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
«Es un proceso negociador entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo de Estados Unidos. Supongo que es posible que haya cambios y creo que México y Canadá están pendientes de los cambios que se han pedido», expresó Landau en una charla en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
El embajador, que asumió el cargo hace tres meses después de más de un año en el que el puesto estuvo vacante, admitió que este proceso «es complicado», dado que México ya ha ratificado el tratado y debería «haber una aceptación de los cambios por parte de los tres países», aunque no concretó qué tipo de cambios.
El 30 de noviembre de 2018, los gobiernos de México, entonces presidido por Enrique Peña Nieto, Estados Unidos y Canadá concluyeron la negociación del T-MEC, que debe sustituir el actual Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994, una vez sea ratificado por los congresos de los tres países.
La Casa Blanca quiere que haya una votación antes de que acabe este año pero la Cámara de Representantes está controlada por la oposición demócrata y su presidenta, Nancy Pelosi, ha mostrado reservas en lo relativo a derechos laborales y salarios y asuntos medioambientales o relacionados con las grandes farmacéuticas.
«El tratado es una situación de ganar-ganar y, por eso, creo que se va a ratificar y espero que sea para fines de este año, antes de la Navidad», expresó Landau, cuyo deseo era que se ratificara antes de Acción de Gracias, el pasado 28 de noviembre.
El embajador se mostró «optimista», aunque advirtió «uno nunca sabe lo que va a pasar en política». Ladau, quien señaló la seguridad, la migración y la economía como sus tres prioridades, defendió la gestión de Estados Unidos de bloquear el acceso de las caravanas migrantes, ya que «si dejas pasar a gente de forma ilegal ya se radica y se arraiga y se hace más complicada la cosa».
«Es importante destacar que no es una cuestión de xenofobia, sino de mantener nuestro Estado de derecho», expresó el diplomático, quien expuso el caso de su padre, quien escapó del nazismo y estuvo tres años esperando en Colombia hasta que consiguió un visado para Estados Unidos. Sobre el combate al narcotráfico, Landau subrayó que «no se puede negar la importancia del problema de seguridad de México y del poder de los narcotraficantes» después del caos que vivió la ciudad de Culiacán durante la fallida captura de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, el 17 de octubre.
El embajador hizo un llamado a la cooperación entre Estados Unidos y México para conseguir «la destrucción de estas bandas criminales» y pidió no «echarse las culpas» mutuamente por la violencia.
«Tenemos un problema muy grande de drogadicción en nuestro país y reconozco que somos parte del problema para México. Tenemos demanda para drogas y muchas armas de los narcotraficantes vienen de Estados Unidos. Nosotros también queremos ser parte de la solución», relató.
Con información de Milenio.