Ciudad de México.- Una empresa en Chihuahua que se dedica a fabricar partes de vehículos fue multada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) con 535 mil 979 pesos debido al mal manejo y almacenaje de los residuos peligrosos.
La sanción se dio luego de que inspectores de la Profepa encontraron almacenados en 60 lotes de mil litros de capacidad y en un área a cielo abierto.
También, la procuraduría clausuró de manera parcial el área que no reúne los requisitos, acordonando el lugar y colocando los sellos correspondientes.
La empresa Mahle Compresores ya había recibido una inspección en la cual se le advirtió que el área de suelo en la que se encontraban sus residuos no reunía los requisitos establecidos en el artículo 82 del Reglamento de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos.
La norma establece que los residuos peligrosos almacenados en áreas no techadas deberán estas cubiertos por algún material impermeable que evite su dispersión, pero la empresa ignoró la advertencia.
Aseguran embarcaciones
Durante la vigilancia marítima del Sistema Aéreo No Tripulado de la Profepa y la Marina, se hallaron dos embarcaciones de pesca ilegal dentro de la Reserva de la Biósfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado.
Los barcos pesqueros no tenían nombre ni matrículas legibles, por lo que se procedió al despliegue de una embarcación tipo Defender para acudir al lugar.
Al efectuar la inspección rutinaria, el personal de la Profepa y de la Marina comprobó que las naves no contaban con la autorización correspondiente emitida por la Semarnat, por lo que aseguraron las embarcaciones junto con el producto capturado, principalmente camarón y sus redes de pesca tipo chinchorro.
La Profepa afirmó que las dos embarcaciones contravinieron con sus actividades de pesca el acuerdo mediante el cual se establece el Área de Refugio para la Protección de la Vaquita Marina y la Totoaba, especies en peligro de extinción y en listadas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
Fuente: Milenio




