Chile. – El sonido de las cacerolas se escuchó durante la noche de este lunes en algunos barrios de la capital chilena para reclamar al Gobierno ayudas ante la crisis social que acompaña a la pandemia del coronavirus, que ya suma 46.059 contagiados y 478 fallecidos en el país.
En la torre del edificio de Telefónica, ubicado en el centro de Santiago de Chile y escenario de la proyección en sus paredes de proclamas durante las protestas sociales que comenzaron el pasado octubre, apareció esta noche la palabra «hambre». Mientras, por redes sociales circuló una convocatoria a hacer sonar las cacerolas contra el «hambre y la miseria», que fue secundada por muchos vecinos.
Estos hechos pusieron fin a una jornada que tuvo su punto más candente en la localidad de El Bosque, en la periferia sur de Santiago, donde al menos un centenar de personas protestaron desde la mañana y hasta horas de la tarde para denunciar la falta de alimentos y la pobreza que sufren a causa de la cuarentena decretada por el Gobierno para tratar de contener la pandemia.
«No es contra la cuarentena, es contra el hambre», declaró uno de los manifestantes en un canal de televisión nacional.
Durante la tarde, medios locales reportaron también el incendio de un autobús en el céntrico barrio de Estación Central y pequeñas barricadas en algunos otros puntos de la ciudad. Los sucesos en El Bosque constituyeron los primeros enfrentamientos abiertos con la policía a raíz de que la capital chilena entrara en confinamiento total el pasado viernes por la noche, tras el fuerte incremento del número de contagios.
Después de que algunos manifestantes encendieran barricadas y cortaran el tránsito de varias calles de esa localidad, el cuerpo de Carabineros (policía militarizada) intentó disipar las protestas e incluso hizo uso del camión lanzaaguas, pese a lo cual siguieron en distintos puntos.
El presidente de Chile, el conservador Sebastián Piñera, anunció el domingo que se entregarán 2,5 millones de canastas con alimentos y útiles de limpieza e higiene a las familias más necesitadas, y el lunes detalló que el reparto comenzará esta semana o a principios de la próxima.
«Vamos a llegar a cerca del 70 % de las familias (…). Vamos a llegar con estas canastas a los hogares y domicilios de la inmensa mayoría de las familias chilenas y priorizando a las más vulnerables y las que tienen más dificultades de acceso a alimentos y elementos de limpieza», dijo el mandatario.
Ante los episodios de protestas vividos esta jornada, Piñera pidió «comprensión y tranquilidad (…) porque el proceso de preparación y distribución de estas canastas de alimentos exige un gran esfuerzo de organización y logística y requiere algún tiempo para su implementación».
La llegada del coronavirus a Chile, cuyo primer caso se detectó el pasado 3 de marzo, comenzó una espiral de medidas para tratar de contener su expansión que mantienen al país semiparalizado, lo que ha derivado en un incremento del desempleo del 8,2 % en el primer trimestre de 2020, su mayor cifra en una década, y a que se produjeran 238.115 despidos durante el mes de abril, lo que supone un incremento del 11,4 % en términos interanuales.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que 215 millones de personas de su área de influencia estarán este año en situación de pobreza por los efectos de la pandemia, lo que supone el 34,7 % de la población regional. Las autoridades sanitarias de Chile informaron este lunes de que en las últimas 24 horas se registraron en su territorio 2.278 nuevos casos de coronavirus, lo que eleva la cifra total de infectados a 46.059.
El pronunciado crecimiento en los nuevos infectados, que superan a diario los 2.000 casos, determinó que el Gobierno chileno decretase el viernes una estricta cuarentena de al menos una semana en el área metropolitana de Santiago, además de en otras ciudades del país, una medida que afecta en total a cerca de 8 millones de personas.
Con información de El Mundo.