MÉXICO.- Es la fiesta de los mexicanos. Es la magia de la fiesta del Día de Muertos.
Las calles de la Ciudad de México se convirtieron en el inframundo de la gran Tenochtitlan con calaveras, xoloescuincles y flor de cempasúchil. También estuvieron las Fridas y las calacas de los luchadores.
Desde las primeras horas del domingo los catrines y catrinas comenzaron a prepararse para el desfile.
«Pues mucha emoción, es muy padre ver todo el trabajo que hay detrás pues es impresionante ver el trabajo que hay detrás de staff, de todo de voluntarios, mucha gente se reúne para ayudar y eso está muy padre», dijo Daniela Saiz, voluntaria.
«Es una emoción que se puede transmitir a la demás gente y eso es fantástico», señaló Jorge, que también fue voluntario.
El desfile lo hicieron ellos, los voluntarios quienes a metros de distancia transmitían su buena vibra. Vinieron de diferentes rincones del país como Puebla, Sinaloa, Oaxaca, Tamaulipas, entre otros.
«Estamos muy contentos de participar en este desfile representando al Instituto Sinaloense de Cultura», dijo Rodolfo Valdéz.
«Los catrines es como lo típico de nuestra nación, la cruz es mucho de nuestro catolicismo también que nos impusieron y los detallitos azules tienen que ver mucho con la talavera por que hace ratito estuvimos maquillando mucho a gente que vienen de Puebla y que vienen a hacer todo un carnaval, todo un desfile», señaló Patricia Rosales, maquillista.
La señora María Elena tiene 75 años, es la tercera vez que participa como voluntaria junto con sus dos hijas y su nieta Moesha.
«De nuestras tradiciones ponen todo de su parte tantos voluntarios, es un gran trabajo de equipo y eso me da mucho gusto por que une a nuestro México».
«Me gusta que mi abuelita participa».
Hubo más de 2.6 millones de personas que disfrutaron de este desfile.
En entrevista con Paola Rojas, Álvaro Gordoa, consultor en imagen pública, habló sobre la proyección de México a través de su celebración de Día de Muertos.
«A nivel imagen y a nivel percepción hay que saber que está inscrita como Patrimonio Cultural y Material según la Unesco, y en años recientes se ha convertido en algo muy importante para algo que se llama ‘Marca País’ que a nivel internacional, cuando tú preguntas acerca de México se les viene a la cabeza, dentro de las culturas y tradición, el Día de Muertos (…) y cada vez se fomenta más el turismo».
Señaló que, según estudios, el mayor miedo del mexicano es la muerte.
«Convivimos tanto con ella, la vemos tanto en las noticias, sabemos que hay una realidad en un entorno social que finalmente es una gran válvula de escape el Día de Muertos y en estos días, 1 y 2 de noviembre, se nos olvida ese tipo de problemáticas abrazamos a la muerte, generándose esta dicotomía en el sentido de ‘¿realmente disfrutamos a la muerte y nos reímos de ella? o ¿es nuestra principal preocupación?’, esa es la forma interesante en la cual nosotros decidimos abrazar como cultura una cuestión tan fea que puede ser la pérdida de un ser querido y olvidarnos durante un par de días de esta terrible situación», agregó.
Con información de Noticieros Televisa