MUNDO.- Rusia se anexionó hoy cuatro territorios ucranianos ocupados en la campaña militar en el país vecino en lo que el presidente ruso, Vladímir Putin, denominó una «misión libertadora», que le obliga a defender el país ampliado ilegalmente «con todas las fuerzas y medios», incluido con armas nucleares.
En una alocución de 38 minutos ante centenares de invitados de alto rango, Putin rubricó en la sala de San Jorge del Gran Palacio del Kremlin los tratados de anexión con los líderes separatistas prorrusos de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, tras sostener que la elección de «millones de habitantes» de estas regiones en unos referendos exprés es «inequívoca».
VOLVER A LA MADRE PATRIA
«La URSS ya no existe y el pasado no volverá. Y Rusia no lo necesita, pero no hay nada más fuerte que la determinación de este pueblo de volver a su verdadera patria histórica», recalcó.
«¡Serán ciudadanos rusos para siempre!», exclamó entre aplausos de senadores, diputados, gobernadores, miembros del Gobierno, líderes religiosos y los responsables de la Cámara Baja y el Senado en una sala reservada para las grandes ocasiones y que estaba decorada con una alfombra roja, banderas de Rusia y cuatro enseñas de los territorios separatistas.
Putin insistió en que Rusia actúa de acuerdo con la Carta de la ONU, que defiende el derecho a la autodeterminación de los pueblos.
Tras la firma de los tratados sonó el himno ruso y el jefe del Kremlin y los jefes de Donetsk, Denís Pushilin; de Lugansk, Leonid Pásechnik; de Jersón, Vladímir Saldo; y de Zaporiyia, Yevgueni Baliski, juntaron sus manos y, formando un semicírculo, vocearon «Rusia, Rusia, Rusia».
Los cuatro líderes separatistas celebraron posteriormente el «acontecimiento histórico» y la «vuelta a casa» en un gran acto propagandístico en la Plaza Roja.
SEGUNDA ANEXIÓN DE TERRITORIO UCRANIANO
Se trata de la segunda anexión que consuma Rusia en algo más de ocho años tras la ejecutada en marzo de 2014 con la península ucraniana de Crimea, que transcurrió con el mismo procedimiento exprés y con un supuesto apoyo del 97 % de los ciudadanos.
Rusia absorbe con la anexión de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, ninguno de los territorios controla totalmente tras siete meses de guerra, de golpe un 15 % del territorio de Ucrania, equivalente al tamaño de países como Portugal o Hungría, y amplía su población de 147 millones de habitantes a más de 150 millones.
El paso dado por Putin, que será ratificado la próxima semana por la Cámara Baja y el Senado, supone una nueva escalada en la campaña militar y en su enfrentamiento con Occidente, que no reconoce la anexión -ni siquiera socios como China, la India, Serbia y Turquía- e impondrá nuevas sanciones a Rusia.
A partir de ahora el presidente ruso podrá afirmar que Ucrania -o la OTAN por su extensión según su argumentario- ataca territorio ruso en el este y sur ucraniano.
DEFENSA DE LOS NUEVOS TERRITORIOS «RUSOS»
«Defenderemos nuestra tierra con todas las fuerzas y medios a nuestro alcance y haremos todo lo posible para garantizar la vida segura de nuestro pueblo. Esta es la gran misión de liberación de nuestro pueblo», subrayó.
El mandatario quiso hacer ver al público ruso que está dispuesto a negociar la paz con Kiev, pero con condiciones que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ya ha dicho en numerosas ocasiones que jamás aceptará.
«Llamamos al régimen de Kiev a cesar de inmediato el fuego, poner fin a las acciones militares, a la guerra que desencadenó en 2014 y volver la mesa de negociaciones», dijo Putin.
Al mismo tiempo subrayó que «no debatirá» la anexión de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. «No los traicionaremos», afirmó.
¿UNA HUIDA HACIA ADELANTE?
La anexión es vista en Occidente como un movimiento desesperado de Putin ante las derrotas que sus tropas han sufrido en el norte y noreste de Ucrania y el descontento ciudadano provocado por la movilización parcial decretada. Miles de hombres han huido de Rusia para evitar tener que luchar en el campo de batalla.
El presidente ruso arremetió contra Occidente, al que acusa de estar dirigiendo las ofensivas ucranianas y de inundar a Ucrania con armas de la OTAN, al afirmar que este no quiere ver «a una Rusia libre», sino una «colonia».
Sostuvo que EEUU quiere «debilitar a sus competidores» y «destruir Estados enteros» si no quieren someterse a su voluntad, lo que «concierne a Europa, a la identidad de Francia, España, Italia y muchos otros países con siglos de historia».
Putin reiteró que «el colapso de la hegemonía occidental, que ha comenzado ya, no tiene vuelta atrás».
Zelenski solicita ingreso en la OTAN
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, solicitó este viernes el ingreso en la OTAN en respuesta a la anexión por parte de Rusia de las regiones ucranianas ocupadas, mientras el ejército de Kiev está a punto de rodear a las fuerzas rusas en Liman, al este del país.
Zelenski firmó la solicitud de adhesión a la alianza junto con el portavoz del Consejo Supremo, Ruslan Stefanyshyn, y el primer ministro, Denys Shmygal, al concluir una reunión urgente del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa en Kiev.
El presidente ucraniano argumentó que Ucrania y la OTAN ya son aliados de facto y que el Ejército de Kiev cumple los requisitos correspondientes, por lo que pidió la admisión por el procedimiento de urgencia.
Ucrania es el escenario en el que se decidirá el destino de la democracia en la lucha contra la «tiranía» y en donde «se defienden los valores comunes de las comunidades euro-atlánticas», afirmó Zelenski en un mensaje de vídeo a los ciudadanos.
Pidió además que se implementen garantías de seguridad para Ucrania mientras dure el procedimiento de admisión en base a las propuestas presentadas por el Gobierno en Kiev el pasado 13 de septiembre, que prevén un acuerdo multilateral y varios bilaterales con los países que ejerzan como garantes.
Ante la oferta de negociación del Kremlin -que no incluye sin embargo el estatus de los territorios ocupados-, destacó que la experiencia ha demostrado que las conversaciones no pueden progresar con Putin al mando, a pesar de los esfuerzos de Kiev.
«Estamos listos para dialogar con Rusia, pero con otro presidente», remachó.
Zelenski señaló además que la «farsa» de la anexión que oficializó hoy el presidente ruso, Vladímir Putin, es «un signo de desesperación» ante el creciente poderío de Ucrania y un intento de redibujar fronteras a través de la violencia y el chantaje.
Con ello hacía referencia a los recientes éxitos de la contraofensiva ucraniana, en una jornada en la que las tropas de Kiev están a punto de rodear a las fuerzas rusas en Liman, en la región de Donetsk, según afirmó un portavoz del ejército, Sergiy Cheretavy, en declaraciones a la televisión pública.
Las tropas rusas han estado huyendo de la ciudad situada al norte de la provincia bajo control parcial de Moscú y varias localidades clave de la zona han sido retomadas ya por Kiev, aseguró el corresponsal ucraniano Yuriy Butusov.
Las fuerzas ucranianas están tratando de rodear Liman avanzando desde el este y Butusov señaló en su cuenta de Facebook que los rusos se preparan para intentar llegar a la vecina Torske pero que la única vía por la que se podrían retirar queda bajo el control de la artillería ucraniana.
La situación en Liman se ha convertido en una «trampa mortal» para los rusos, confirmó también el periodista del diario «Kyiv Independent» Ilia Ponomarenko.
«Hoy Rusia tendrá que pedir una salida de Liman», declaró por su parte un asesor de la oficina presidencial, Mijailo Podolyak, que hizo referencia a los hechos de 2014 en Ilovaisk, donde según Kiev unos 360 soldados ucranianos dispuestos a rendirse fueron masacrados por el Ejército ruso.
Según un investigador del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos de Ucrania, Mykola Bielieskov, los avances en torno a Liman «no se han producido a la misma velocidad que en el caso de la operación ofensiva en torno a Balakliya y Kupiansk».
Por ello las fuerzas rusas han tenido tiempo de sobra para retirarse, pero según el analista es posible que se diese prioridad a las consideraciones políticas sobre las militares.
En cualquier caso, tuiteó, las posiciones rusas en la rivera oriental del río Oskil se vuelven con ello «todavía más insostenibles».
Entretanto, la portavoz del Comando Sur de las fuerzas armadas ucranianas, Nataliya Gumeniuk, informó este viernes de que las tropas de Kiev mantienen su contraofensiva en Jersón y están realizando progresos significativos.
Agregó que las tropas rusas están desorientadas y no pueden recibir nuevas remesas porque los ataques ucranianos están desbaratando sus cadenas logísticas y estructuras de mando en la región.
Con información de EFE