MÉXICO.- Durante más de dos años, la población ha ocultado parte de su cara a consecuencia de la pandemia, pero el regreso a la normalidad está generando en algunas personas una fobia por quitarse el cubrebocas.
Se llama “síndrome de la cara vacía” y Alexa lo tiene.
“Sí, tengo el síndrome de cara vacía (…) de plano no me lo quito para nada ¿Te sientes insegura? Sí, sí, sí (…) me da miedo contagiarme volverme a contagiar la verdad, sí está muy feo (…) ya me acostumbré, yo luego llego a mi casa y pues todavía lo traigo, como que se te va la onda y ya lo traes”.
Algunos por temor a contagiarse de COVID, otros por vanidad o complejo.
“Se utiliza para cubrir algunas cosas que a lo mejor las personas no les gusta su cuerpo o el acné que sufren o algo así (…) Ya es parte del outfit, igual utilizar el color igual que como sales, tratas de combinar igual con el cubrebocas”, comentó Marlene.
Ansiedad, estrés, inseguridad que se presentan de manera excesiva, permanente e incontrolable.
“Todos hemos estado preocupados ante un posible contagio, pero en particular estas personas presentan una negativa importante a retirarse el cubrebocas (…) y prefieren incluso aislarse (…) esa sería una vertiente de este síndrome de cara vacía, el otro lado precisamente (…) es: me voy a mostrar al mundo sin cubrebocas y de cierta manera (…) siento que me veo mejor con un cubrebocas”, indicó Lourdes Alegría, médico psiquiatra.
En redes sociales, se ha viralizado este síndrome. Principalmente los adolescentes han expresado así la preocupación que sienten de ser rechazados por su aspecto físico.
“¿Miedo? Miedo es que me deje de hablar cuando me vea sin mascarilla”.
“Empezaron muy jóvenes la pandemia y ahora han estado pasando por una serie de cambios corporales, ya sea la aparición de acné, de manchas, cicatrices vello facial, cambios faciales y el uso de cubrebocas lograba un poco amortiguar estos efectos (…) también se dio un fenómeno en aplicaciones de citas donde no se conocían sin cubrebocas y de repente también llegar y quitarse el cubrebocas y conocer a la persona era muy diferente (…) me da pena, va a pensar que no estoy guapo, o guapa sin el cubrebocas y es mucho más complicado cuando uno tiene ya ese antecedente de me preocupa mucho mi físico, llegar y presentarte así de ‘hola, soy yo, y, sin cubrebocas… soy una persona distinta”, señaló Lourdes Alegría, médico psiquiatra.
Expertos recomiendan.
• Quitarse el cubrebocas de manera progresiva.
• Realizar una lista de situaciones que se detectan como incómodas.
• Intentar afrontar los miedos e inseguridades.
Pero cuando el problema se vuelve crónico, es importante acudir con un especialista.
“En el caso donde ya las personas no quieran ir a eventos, no quieran salir, no quieran hacer actividades que quisieran hacer, o que harían habitualmente por el riesgo de me tengo que quitar el cubrebocas y me voy a contagiar, o me voy a quitar el cubrebocas y me van a criticar y ya dejo de hacer esas actividades; ahí es cuando se tiene que buscar a un profesional”.
Con información de N+