Ciudad de México. – La expresidenta brasileña Dilma Rousseff aseguró este lunes que Brasil «entró en un camino trágico» tras la victoria de Jair Bolsonaro y advirtió que su país «está en riesgo de salir de la democracia para entrar en un Estados de Neoliberalismo y neofascismo».
Desde el Club Ferro Carril Oeste en Buenos Aires, Argentina, Rousseff dialogó con Nicolás Trotta, de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), en el marco de la «8va Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales (FLACSO)», como parte de la denominada «contracumbre» del G20 que comenzará la próxima semana en aquél país.
La ex jefa de Estado habló sobre la situación de su país, que, aseguró, «entró en un camino trágico», con la salida de los médicos cubanos —tras los dichos del recientemente electo presidente Jairo Bolsonaro— y sobre Lava Jato.
Con más de una hora de demora, y con el microestadio repleto, apenas Rousseff subió al escenario, el público comenzó a cantar «Lula libre», canto al que la ex mandataria se unió. Luego, se sentó para dialogar con Trotta, aunque prácticamente no respondió su primera pregunta, sobre cuál es la agenda de lucha. En vez de ello, Rousseff aseguró que «Brasil entró en un camino trágico».
De acuerdo a su visión, su país está en «riesgo de salir de la democracia», para entrar en un Estado de neoliberalismo y neofascismo. Además, aseguró que «todos sabían que no había ninguna razón para el juicio político» que dio por terminado su presidencia.
En este sentido, Rousseff aseguró que, si bien negaron que hubo un golpe de Estado, así fue. «Se instaló otro Estado de excepción», subrayó, para luego comparar a la democracia con un árbol, al que el Estado de excepción corroe.
«El golpe siempre es un proceso», continuó, para luego remarcar que este comenzó con el juicio político en su contra. «El impeachment fue inaugural», destacó, para agregar que la segunda etapa fueron los recortes presupuestarios, así como también la precarización laboral.
«La tercera etapa es la prisión y prohibición en el proceso electoral de Lula Da Silva», continuó. Y, luego de decir esto, el público se puso de pie para aplaudirla.
La exmandataria afirmó que «sabían que si participaba [Lula Da Silva] en las elecciones, ganaba» y por esa razón «el estado de excepción usó un conjunto de medidas ilegales» para impedirlo.
«No alcanzó con detenerlo, fue prohibido del proceso electoral», cuestionó. Y aseguró que fue esta prisión la que posibilitó que la extrema derecha ganara en un proceso electoral.
Rousseff también apuntó contra la «Operación Lava Jato» y opinó que fue esta la que «facilitó la creación de un enemigo».
Para la ex mandataria, la llegada del neofascismo al poder no solo destroza al PT, partido político al que pertenece, sino también a todas las conquistas del movimiento de los trabajadores. Mientras que en el público escuchaban los sindicalistas Roberto baradel, Hugo Yasky y el legislador Carlos Heller, Rousseff dijo que, para combatir al neofascismo, harán «alianzas con el diablo».
También apuntó contra el juez de la causa Lava Jato, Sergio Moro, y señaló: «El rey, en este caso el juez, está desnudo». Es que, según su postura, «se usa la cobertura de la justicia para perseguir y prohibir a los líderes sociales más importantes del país».
Sobre Bolsonaro, dijo que, antes de asumir, ya esta perdiendo poder y puso como ejemplo la salida de los médicos cubanos de su país. Dilma fue aplaudida por militantes que llevaban remeras con el rostro de Milagro Sala, Fernando Esteche y Amado Boudou, y sus respectivos pedidos de liberación, y muchos pañuelos verdes.
Con información de El Economista