Foto: MUNDO.- Dana Ramos, de 8 años, desapareció el 1 de febrero, luego de salir de su vivienda en Riobamba, Ecuador. La desaparición desató zozobra en la comunidad.
Los padres de familia, temerosos de algún secuestro, comenzaron a tomar medidas para proteger a sus hijos. Luego de 15 días de búsqueda, las autoridades encontraron el cuerpo de la menor en la casa de sus abuelos paternos, en un tanque de agua.
De acuerdo con el recuento de testigos, la niña salió de su vivienda sobre las 18:10 de la tarde del 1 de febrero, bajo la excusa de ir a comprar algo a la tienda. Pero la nina nunca regresó. Cuando la madre acudió a la tienda a la que se supone había ido su hija, le dijeron que allí nunca la vieron. Angustiada, comenzó a preguntar a los vecinos. Nadie la vio.
Según contó la madre, la niña habría recibido un mensaje cuando estaba jugando un videjuego. “Solo quiero que quienquiera que tenga a mi Dana me la regrese», dijo a medios locales.
Al paso de los días, las sospechas apuntaron hacia el padre de Dana y la posibilidad de que hubiera secuestrado a la pequeña.
El 8 de febrero, tras las investigaciones de las autoridades, la Policía de Ecuador detuvo a una mujer como sospechosa de la desaparición de la menor, mientras que el 9 de febrero, detuvieron al papá de Dana, quien es policía y ha sido identificado como Mauro Ramiro, de 42 años. «El padre de la niña se encuentra implicado en la desaparición, por esta razón fue procesado en este caso. Por eso, el padre de la menor ya cumple prisión preventiva», informó la fiscalía de Ecuador. La mujer detenida, identificada como Evelyn Jeaneth, es una prima, quien cumple arresto domiciliario debido a que está embarazada.
Pese a las detenciones, la policía seguía sin hallar a Dana. Hasta que el viernes 16 de febrero, decidieron hacer una nueva inspección en la vivienda de los abuelos paternos de la pequeña -hicieron una el 8 de febrero-. Fueron los ladridos de un perro los que hicieron a los agentes sospechar y acercarse a la cisterna. Allí descubrieron el cuerpo de Dana en avanzado estado de descomposición.
El informe de las autoridades determinó que Dana Paola murió por asfixia, por lo que se intenta establecer el día en el que la niña murió y su cuerpo fue arrojado al tanque de agua. Las investigaciones tomarán entre ocho y 10 días.
Vecinos que se acercaron durante el cateo de la casa vieron a los agentes sacar el cuerpo de Dana y meterlo en un vehículo.
«¡Justicia para Dana!’, ‘¡Justicia para Dana!», clamaron, mientras veían alejarse a las autoridades. Algunas de las vecinas comenzaron a llorar, reconociendo que Dana siempre andaba con una sonrisa, y era una niña muy sociable.
El funeral se realizó el domingo 18 de febrero. «Una vida no debe apagarse así. El señor presidente [Daniel Noboa] dice que hay que hacer justicia. Nosotros también merecemos justicia», dijo una de las vecinas, quien, al igual que otros vecinos, exige se deslinden responsabilidades y se determine si los abuelos en cuya casa fue hallado el cadáver, también están implicados.
Con información de El Universal
