Rechaza Función Pública conflicto de interés por ponencia de Rose Ackerman

Ciudad de México. – Al recibir este jueves a la académica Susan Rose Ackerman, especialista en el estudio de la corrupción en el mundo, pero también su suegra, la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, rechazó un conflicto de interés, irregularidad o “gato encerrado” en la decisión de haberla invitado a ofrecer una conferencia magistral.

Durante la ponencia que fue comentada por el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, la funcionaria explicó que la escritora no cobró un centavo por su participación, la traducción simultánea corrió a cargo de la Oficina de la ONU contra las drogas y el delito, por lo que la Función Pública sólo gastó en el agua para los invitados.

«En la Secretaría realmente solo pusimos el cariño y el agua, que como decimos en México no se le puede negar a nadie, es un derecho fundamental”, señaló.

Reconoció la controversia que se generó a partir de haber dado a conocer la presencia de la madre de su esposo John Ackerman -también presente- para hablar sobre el tema de combate a la corrupción desde el Derecho Administrativo, sin embargo, reiteró que no hubo tal conflicto de interés.

«Hubo críticas, dicen, porque aproveché que Susan visitaba México por motivos personales para invitarla a esta Secretaría y orgullosamente presumo: no es que ella sea mi suegra, yo soy su nuera. Ella es el referente”, comentó.

En su presentación, la doctora Ackerman, codirectora del Centro de Derecho, Economía y Políticas Públicas en la Escuela de Derecho de la Universidad de Yale, aseguró que la corrupción es un síntoma de problemas más graves en la sociedad y no debe interpretarse como un asunto de arraigo cultural.

En ese sentido, dijo observar una tendencia a la inversa de la que se tenía de aceptación a la corrupción en el país.

«Este diagrama que les muestro indica que México está empezando a cambiar de lo que podría ser una tendencia de un círculo vicioso y se está convirtiendo en un círculo virtuoso, es decir en la otra dirección, donde las personas dicen no es bueno ser corrupto, son las relaciones Estado-sociedad civil, entonces tenemos que dejar de ser corruptos”, comentó.

Señaló que el mejorar y hacer eficientes en tiempo los trámites administrativos, permisos, licitaciones y todo acto de gobierno que implique recursos, son una fórmula para cerrar la puerta a la corrupción.

En el caso de las compras gubernamentales, afirmó que si no se frena la corrupción, éstas aumentan hasta 50 por ciento los costos de las adquisiciones.

Con información de Excélsior

Noticias relacionadas

Accesibilidad