MÉXICO.- Los administradores de la cuenta de twitter «MeTooMusicosMexicanos» se despidieron.
Cerraron el perfil y anunciaron el término del movimiento. Se disculparon por las primeras reacciones que tuvieron luego del suicidio del músico Armando Vega-Gil.
#MeToo#YoSíLesCreo pic.twitter.com/TZVMfoO7yA
— MeTooMúsicosMexicanos (@metoomusicamx) 3 de abril de 2019
El bajista del grupo «Botellita de Jerez», se suicidó tras una publicación anónima en su contra difundida en «MeTooMusicosMexicanos».
La denuncia, que fue por acoso sexual, presuntamente ocurrió hace 14 años cuando la «afectada» tenía 13 años de edad.
Antes de suicidarse, Armando publicó en Twitter un documento en el que anunció que decidió morir por algo que no cometió.
Dijo que su muerte no fue una confesión de culpabilidad, sino una radical declaración de inocencia.
No se culpe a nadie de mi muerte: es un suicidio, una decisión voluntaria, consciente, libre y personal. #MeeToMusicosMexicanos pic.twitter.com/pEXVf6beFn
— Armando Vega Gil (@ArmandoVegaGil) 1 de abril de 2019
Tras su muerte, la cuenta «MeTooMusicosMexicanos» descalificó la decisión de Vega-Gil.
«Fue un acto para difamar al movimiento. Hablamos con Armando para hacer la averiguación pertinente al caso. Él no tuvo respuesta final hasta las 6 am. Cuando publicó su supuesta ‘carta de suicidio’ a las 4 am. Él sabía que era culpable», indicó.
En otro mensaje, señaló que el movimiento «no tiene culpabilidad alguna del suicidio y que en su página están todas las pruebas, por lo que cualquier medio que desprestigie el testimonio real de las víctimas, tiene una vendetta personal contra MeToo».
Tras cerrar la cuenta de Twitter, los administradores del perfil aclararon que «jamás incitaron a nadie a hacerse daño ni a terminar con su vida en lugar de afrontar los hechos».
Dijeron también que las «denuncias quedan vivas».
En entrevista con Paola Rojas, la experta en violencia de género, Karla Barrios dijo que este tema «tiene muchas aristas».
Sobre la manera en la que se manejaron las denuncias, a través de Twitter, y por la vía del anonimato, dijo que «faltan protocolos para atender estas denuncias».
«Pero en general y en todos los ámbitos. Incluso yo hago una pregunta ¿cómo hacemos en casa cuando sabemos que alguien en la familia está viviendo una situación de violencia sexual en cualquier ámbito? Generalmente cuando yo hago esta pregunta en los diferentes grupos o en terapia, las personas no saben qué hacer. ‘Es que no sé cómo decirlo; no sé cómo hablarlo’. Y eso es un problema. Tenemos un problema de algo que no se habla, que se invisibiliza, que se oculta y si eso lo llevas a algo más grande como el MeToo pues se convierte en una situación muy complicada».
«Entonces qué protocolos necesitamos poner para tener no sólo la información de lo que pasó, sino incluso para hacer los acompañamientos necesarios porque además la violencia no es un tema de personas buenas y malas. Tiene que ver con una cultura, con una estructura, una forma de ver la vida, con algo que aprendemos y creemos que solventa cosas», indicó.
Por otro lado, la experta señaló que es necesario realizar un trabajo de psicoeducación con los hombres, «con esta masculinidad de ‘yo puedo tocarte, yo puedo decirte lo que sea, yo tengo el poder sobre tu cuerpo».
«Es un trabajo que no solo va dirigido a las mujeres, sino a toda la población», agregó.
Con información de Noticieros Televisa