México. – El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró en la primera mitad de junio un crecimiento quincenal de 0.01%, con lo cual a tasa anual se ubicó en 4.00%, dato menor a lo que se registró en la segunda quincena de mayo de 4.13%, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Con ello, la inflación regresó al objetivo del Banxico de 3% +/-1 punto porcentual, tras cinco quincenas de rebasarlo. El resultado fue menor a lo esperado por un sondeo de Reuters, en donde se previó una inflación de 0.08 por ciento.
Al interior del reporte, el Inegi detalló que los productos cuyo precio a la baja tuvieron mayor impacto en la inflación fueron el gas doméstico LP, cuyo precio disminuyó 2.79% en comparación con la quincena previa; la cebolla, con 11.08%; la gasolina de bajo octanaje, con 0.41%; el jitomate, con 4.26%, y el huevo, con una baja en su precio de 1.84 por ciento. En el otro extremo, los genéricos con precio al alza que tuvieron mayor incidencia fueron el pollo, cuyo precio aumentó 2.02% respecto a la quincena pasada; transporte aéreo, con 16.23%; chayote, con 34.03%; la vivienda propia, con 0.13%, y aguacate con 4.05 por ciento.
La inflación no subyacente registró un retroceso quincenal de 0.47%, por lo que a tasa anual se ubicó en 4.34 por ciento. El dato es menor al de la última quincena de mayo, cuando este índice se ubicó en 5.14% a tasa anual.
“La caída en la tasa anual del índice general se explica por el subíndice no subyacente, el cual reflejó el menor dinamismo en productos energéticos ante la caída de 15.3% en los precios internacionales del petróleo entre la segunda quincena de mayo y la primera quincena de junio”, explicó Alejandro Saldaña, gerente de Análisis Económico de Ve por Más (Bx+).
A detalle, el rubro de agropecuarios registró una inflación anual de 5.82%, lo cual fue resultado de incrementos en los precios de frutas y verduras de 9.45% y de 4.26% en pecuarios. En tanto, los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno presentaron una tasa anual de 3.41%, ello por los aumentos de 3.74% en los precios de las tarifas autorizadas y de 3.34% en energéticos. En tanto, el índice de precios subyacente registró un avance mensual de 0.16%, mientras que a tasa anual se aceleró a 3.87% tras el dato de 3.78% de la quincena previa.
Alejandro Saldaña refirió que existe una presión en los dos componentes de este índice, pese a la menor actividad económica que se ha registrado en los meses pasados. El rubro de mercancías registró una inflación de 3.94% anual, mientras que los servicios registraron una tasa de 3.76 por ciento.
Si bien la inflación regresó al objetivo del Banxico, analistas previeron que el banco central mantenga su tasa de interés objetivo en 8.25% en su próxima reunión de política monetaria que se llevará a cabo esta semana.
James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CIBanco, indicó que si bien se podría pensar que la menor inflación responde a un menor crecimiento económico, éste aún no ha tenido un impacto en ella y lo que se vio esta quincena se debe más a otros factores que se pueden revertir, como los precios internacionales del petróleo o bien, alguna acción extra de las agencias calificadoras que pueda tener efecto en el tipo de cambio y, por consecuencia, en la inflación.
“Banxico debe ser cauteloso, mantener la tasa y no dejar la puerta abierta a que, en próximas reuniones, se recorte, ya que el mercado se puede confiar. Los riesgos siguen siendo altos. Todavía está latente la amenaza de los aranceles y aún está por verse el plan de negocios de Pemex”, agregó.
Por su parte, Alejandro Saldaña añadió que otros riesgos son los efectos del ajuste al salario mínimo y posibles choques al tipo de cambio ante la incertidumbre interna y externa.
“Consideramos que Banxico mantendría las tasas de interés en su nivel actual para garantizar el cumplimiento de su mandato de estabilidad en precios, pese a que un discurso más relajado por parte de otros bancos centrales, así como la solución temporal de la aplicación de tarifas por parte de Estados Unidos a productos mexicanos, pudieran ofrecer cierto margen de maniobra al banco central”.
Con información de El Economista.