Foto: Twitter / @ReinsertaMÉXICO.- La maternidad puede llegar a ser un proceso complejo para algunas mujeres, pero si se está en prisión lo puede ser aún más.
Se estima que en la última década nacieron en las cárceles de nuestro país 10 mil niños.
Reinserta ha trabajado desde hace varios años por dignificar la vida de los niños que nacen en la cárcel, así como de aquellos que llegan a visitar a sus mamás que están en reclusión.
En alianza con algunos gobiernos estatales y la iniciativa privada, esta organización ha construido cinco Bebetecas: la primera en la penitenciaría de Santa Martha Acatitla, en la Ciudad de México; otra en el penal de Escobedo, en Nuevo León, y tres más en distintas cárceles del Estado de México.
El objetivo es brindar a los niños que nacen en prisión un espacio donde se puedan desarrollar de manera sana y libre de violencia, acorde con sus propias necesidades.
«En Reinserta hemos trabajado y analizado muchos años cuáles son las características de desarrollo que tienen los niños que están en prisión, porque hay prisiones por ejemplo donde los niños nunca han visto el cielo, por ejemplo, nunca han visto un animal vivo (…) hay ciertos colores que adentro de la cárcel no existen», señaló Saskia Niño de Rivera, cofundadora de Reinserta.
Este miércoles será inaugurada la quinta Bebeteca de Reinserta, en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Chiconautla, en Ecatepec, Estado de México.
«Son espacios tripartitas, de unión tripartita y de obligación y responsabilidad tripartita, aquí en el caso una Secretaría de Seguridad del Estado de México, Rodrigo que es un hombre que nos ha apoyado desde un principio, Amazon una empresa y nosotros que ponemos todo junto».
Antonela, hija de Blanca Estela, es una de los tres niños que vive actualmente en esta cárcel.
«A ella le gustan mucho los colores, le gusta mucho pintar, las pelotas, entonces si es como muy importante para ella este lugar, la verdad es que sí les favorece mucho a todos los niños, bueno no son muchos, son tres, pero demasiado», dijo Blanca Estela Salazar Rivero, mamá de Antonela.
Lamentablemente, en un plazo de seis meses, Antonela tendrá que irse del penal, pues de acuerdo con la Ley Nacional de Ejecución Penal, los menores solo deben estar hasta los tres años con sus madres en reclusión.
Si Blanca Estela no puede obtener su libertad para continuar su condena afuera, al haber cumplido más del 50 por ciento de su sentencia, su hija será entregada al DIF.
«No tenemos familia, entonces lo más probable, que esperemos que no pase, que me vaya yo con ella, pues si no se puede nada, se tendría que ir al DIF (…) ¿Estas consciente que puede pasar eso? Sí, estoy consciente. ¿Qué terrible no? Doloroso, difícil», agregó Blanca Estela.
Con información de N+ / «Al aire con Paola «/ Karina Cuevas
