México. – En sus 108 años de historia, la estructura, cimentación y esculturas del Ángel de la Independencia, símbolo de la patria liberada, se han restaurado en cuatro ocasiones.
Actualmente, el monumento histórico, utilizado como punto de reunión y escenario de todo tipo de festejos y manifestaciones, es evaluado por especialistas del Instituto Nacional de Bellas Artes y de la Universidad Nacional Autónoma de México, a petición de la alcaldía de Cuauhtémoc, tras los daños que sufrió por el sismo del 19 de septiembre de 2017.
El proyecto de construcción estuvo a cargo del arquitecto Antonio Rivas Mercado, cuya primera piedra se colocó el 9 de enero 1902.Sin embargo, fue inaugurado por Porfirio Díaz el 16 de septiembre de 1910, con motivo del Centenario de la Independencia de México y desde entonces ha sido restaurado y reconstruido en varias ocasiones.
La primera de ellas fue en 1958, tras la caída del Ángel durante el fuerte sismo ocurrido el 28 de julio de 1957; el impacto de la caída rompió la cabeza y el brazo derecho de la estatua. La restauración de la escultura hueca de bronce, la “Victoria Alada”, estuvo a cargo de José Fernández Urbina, quien tardó un año en terminar el trabajo, pues tuvo que reemplazar esas piezas.
Pese al mal estado de la obra, el rostro de la “Victoria Alada” es el mismo que tenía la estatua original, el de la costurera Ernesta Robles, en quien se inspiró el francés Enrique Alciati, autor de la obra.
Previo a que la escultura se regresara al pedestal, se reforzó la columna y la base que sostiene la estatua, trabajos que han mantenido en su lugar el Ángel, luego de los sismos de 1985 y de 2017.
La estructura quedó tan sólida que a su alrededor la ciudad se ha hundido casi tres metros desde 1910 a la fecha sin que se haya movido, incluso en el movimiento telúrico del 19 de septiembre de 2017 se registraron desplazamientos en sillares del fuste y algunas fisuras interiores por torsión en el cilindro metálico, pero se mantuvo en pie.
Tras el sismo del 19 de septiembre de 1985, la estructura quedó dañada, así como varias obras artísticas del monumento; la restauración estuvo a cargo de Ramón Bonfil Viveros, quien también se encargó de la construcción de las gradas oriental y occidental.
En 2006, como parte de los preparativos para la celebración de los festejos del Bicentenario de la Independencia, se le dio mantenimiento general al monumento, trabajos que lo mantuvieron cerrado al público por casi un año. Los trabajos incluyeron una aplicación de chapa de oro de 24 kilates a la estatua de la “Victoria Alada”.
Mientras que el 30 de mayo de 2010, como parte de los festejos del Bicentenario, se retiraron las urnas que contienen los restos de los héroes para su restauración y fueron puestos en exhibición para rendirles honores durante 2010 y 2011.
Derivado del sismo del 19 de septiembre de 2017, el monumento experimentó una afectación media; se observaron desplazamientos en sillares del fuste y algunas fisuras interiores por torsión en el cilindro metálico.
La alcaldía Cuauhtémoc solicitó apoyo de expertos para determinar la logística y el proceso de maniobra para atender el proceso de la intervención que requiere el Ángel de la Independencia y sumarle historia a uno de los monumentos que representa a la capital.
Con información de Notimex