Colombia. – La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) es responsable del ataque con un carro bomba que dejó al menos 21 personas muertas y 68 más.
El ataque del jueves que se realizó a la academia de la Policía Nacional en el sur de la capital colombiana es el peor de su tipo en la historia reciente de Colombia, provocó temores de un regreso al violento pasado del país sudamericano y aleja la posibilidad de que el gobierno del presidente Iván Duque inicie un diálogo de paz con esa guerrilla.
«Un acto terrorista del ELN segó esas vidas», dijo Guillermo Botero, ministro de Defensa, en una conferencia de prensa desde la sede de la Presidencia.
El ELN, conformado por unos 2 mil combatientes y considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, mantiene sus ataques contra las Fuerzas Armadas y la infraestructura económica en medio del conflicto armado de más de medio siglo que ha dejado unos 260 mil muertos y millones de desplazados.
La Dirección General de la Policía informó que el vehículo cargado con 80 kilos de pentonita ingresó en forma violenta al centro de formación de oficiales y explotó después de estrellarse contra un muro.
Uno de los fallecidos fue José Aldemar Rojas, alias ‘El Mocho’ o ‘Kiko’, quien conducía el vehículo cargado con los explosivos que irrumpió violentamente en la Escuela de Cadetes General Santander.
«El autor material de este acto terrorista es miembro del Ejército de Liberación Nacional», dijo el fiscal general, Néstor Humberto Martínez.
Los ataques con vehículos cargados con explosivos fueron frecuentes en Colombia en medio de la guerra del Estado contra el Cartel de Medellín que dirigió el difunto narcotraficante Pablo Escobar, a finales de la década de 1980, así como por las acciones de los grupos guerrilleros izquierdistas.
Sin embargo, estos hechos se redujeron considerablemente tras el acuerdo de paz que firmaron en 2016 el gobierno y la desmovilizada guerrilla de las FARC para poner fin a un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 260.000 muertos y millones de desplazados.
Duque mantiene congelados los diálogos de paz con el ELN a la espera de que libere a 17 personas secuestradas y suspenda sus hostilidades, a lo que esa guerrilla se ha negado. El ELN es radical, tiene una cadena de mando difusa y disenso entre sus filas, lo que según fuentes de seguridad y analistas dificulta lograr un acuerdo de paz.
Con información de El Financiero.