Tijuana.- El Gobierno de Estados Unidos decidió cerrar este domingo el puerto fronterizo de San Ysidro, entre San Diego y Tijuana (México), después de que cientos de migrantes rompieran un cerco de la policía mexicana con la intención de entrar ilegalmente al país, informaron fuentes oficiales.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) recurrió a las redes sociales para informar del cierre de este puesto aduanero, considerado uno de los más transitados del mundo, ante la avalancha de personas.
El pasado lunes las autoridades fronterizas cerraron este mismo acceso ante debido a unas informaciones que apuntaban a que algunos de los miembros de la caravana llegada a Tijuana desde Honduras tenían intención de entrar a la carrera en EE.UU., según confirmaron a Efe fuentes de la CBP.
Rompen cerco policial
Centenares de migrantes de la caravana de centroamericanos rompió este domingo un cerco policial con el afán de llegar a la garita de El Chaparral, en la frontera de la mexicana Tijuana con San Ysidro, Estados Unidos.
Sobre las 11:20 hora local de Tijuana (19.20 GMT), centenares de migrantes lograron llegar al edificio donde se ubica la garita que conecta ambos países, con el afán de poder solicitar asilo a Estados Unidos, en tanto que otros rompieron una malla para acercarse, desde otro punto, a la frontera estadounidense.
De forma desordenada y caótica, se acercan a Estados Unidos con la idea de ser recibidos por autoridades estadounidenses.
Después de poco más de una hora de manifestación pacífica contenida por policías federales y gendarmes, en un puente situado a por lo menos tres kilómetros de distancia de su meta, grupos de centroamericanos rompieron filas y empezaron a correr con rumbo al Canal del Río Tijuana, muy cercano a la garita de San Ysidro, tomando por sorpresa a los agentes federales.
En pocos minutos llegaron al área de El Chaparral, donde había poca presencia de las fuerzas de seguridad, por lo que después de correr algunos kilómetros, alcanzaron la puerta fronteriza y las instalaciones mexicanas de Aduanas, donde normalmente hay elementos efectivos.
Si bien en algunos momentos se dieron empujones entre centroamericanos y policías, hasta el momento los altercados no se reportan graves, y el mensaje entre los migrantes es el de mantener la relativa calma para evitar perder su oportunidad de lograr su trámite de asilo en Estados Unidos.
La marcha arrancó sobre las 10:00 hora local (18:00 GMT) y casi cinco horas después de la hora anunciada, saliendo de la unidad deportiva “Benito Juárez”, el albergue donde miles de ellos están siendo hospedados, situada en la zona norte de la ciudad, para trasladarse a la garita de El Chaparral, en la frontera de San Ysidro con Tijuana.
En este nuevo grupo, van también mujeres y niños, como ocurrió con otro grupo que salió el viernes pasado, en tanto que el grueso de las caravanas migrantes que hace 14 días empezaron a llegar a la ciudad se mantuvieron dentro de las instalaciones del albergue, donde desayunaban.
Durante la marcha se escucharon varios cánticos de agradecimiento a México y lemas como “los migrantes no somos criminales”.
En esta ocasión, al grupo se sumaron, además de observadores de grupos de derechos humanos, actores políticos de esta ciudad, en tanto que a pocos kilómetros de donde se desarrolla esta caminata que inició con cánticos y rezos, nadie atendió al llamado de grupos contrarios a la migración que convocaron a otra manifestación.
Paralelamente, en el Parque Larsen de San Diego, Estados Unidos, se celebró una marcha en apoyo al fenómeno migratorio.
Desde mediados de octubre varias caravanas de migrantes de Centroamérica -en su mayoría hondureños y salvadoreños- recorren el país con el afán de llegar a Estados Unidos.
En total se calcula que son al menos 9,000, si bien cerca de 1,900 fueron regresados a su país voluntariamente, según un boletín publicado este domingo por el Instituto Nacional de Migración (INM).
Miles de ellos -al menos 4,700- se encuentran ya en la fronteriza ciudad de Tijuana a la espera de poder pedir asilo a Estados Unidos, ante la atenta mirada del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, totalmente opuesto al fenómeno.
Con información de EFE