MUNDO.- Cientos de niñas estaban desaparecidas luego de que un numeroso grupo de hombres armados allanó una escuela en el norte de Nigeria a primera hora del viernes, según residentes.
La Escuela Secundaria Gubernamental Jangebe, en el estado de Zamfara, fue el escenario del último secuestro masivo de estudiantes en el norte del país.
Los registros del centro muestran que hay 300 niñas desaparecidas, dijo Nasiru Abdullahi a The Associated Press. Sus hijas, de 10 y 13 años, son dos de ellas.
Según Musa Mustapha, residente en la zona, los pistoleros atacaron también un campamento militar y un puesto de control próximos, evitando que el ejército interviniese mientras los asaltantes pasaban varias horas en la escuela. Por el momento se desconocía si el ataque causó víctimas.
Varios grupos grandes de hombres armados operan en el estado de Zamfara y son conocidos por realizar secuestros para cobrar rescates o lograr la liberación de sus miembros encarcelados a cambio. El gobierno los considera bandidos.
«Estamos enojados y tristes por otro brutal ataque contra escolares en Nigeria», dijo Peter Hawkins, representante de UNICEF, la agencia de Naciones Unidas para la infancia, en el país.
«Esta es una grave violación de los derechos de los niños y una experiencia horrible para ellos», agregó pidiendo su inmediata liberación.
La nación del África Occidental ha sido testigo de varios ataques y secuestros de este tipo en los últimos años. El más destacado fue el secuestro de 276 niñas de la escuela secundaria de Chinok, en el estado de Borno, a manos de la milicia islamista Boko Haram en abril de 2014. Más de un centenar de ellas siguen desaparecidas.
El incidente del viernes se produjo poco menos de dos semanas después de que pistoleros secuestraron a 42 personas, 27 de ellas estudiantes, en el Government Science College de Kagara, en el estado de Níger. Los alumnos, maestros y familiares siguen retenidos.
En diciembre, 344 colegiales fueron secuestrados en la Escuela Secundaria Gubernamental de Ciencias de Kankara, en la región de Katsina, y quedaron libres más tarde.
Anietie Ewang, investigadora de Human Rights Watch en Nigeria, recordó los últimos incidentes y tuiteó que «Se necesita una acción enérgica de las autoridades para frenar la ola y mantener las escuelas seguras».
Con información de AP / Foto: EFE