Ciudad de México. – Según la organización civil “semáforo delictivo”, 64 de cada cien secuestros no se denuncian en México. Esto ocurre, en buena medida, por la falta de confianza en las autoridades. Y cuando sí se denuncian, reina la impunidad.
Una muestra de este fenómeno es un caso ocurrido hace una década. Desde una cárcel se ordenó un secuestro y 10 años después aún no llega la sentencia para los responsables.
En México, cada 24 horas son secuestradas 6 personas.
«Ya ves como estoy de golpeado y torturado. Diario lo recibo tres veces al día, ya no soporto, ya no soporto, págales a los señores”, decía una víctima de secuestro.
Es el video que recibió una familia de Coacalco, Estado de México, como forma de presión para que se pagara el rescate de Alejandro.
«Tal vez 4 veces durante los 40 días me dieron de comer. Bajé casi 15 kilos”, dice Alejandro.
Los secuestradores torturaron a Alejandro, con un cúter le realizaron cortes en la piel.
«Me hacían las marcas como ese juego del gato”, explica.
«Diario recibo golpizas. Ya entrégales el dinero, saca a la maldita Policía”, decía Alejandro en un video enviado como prueba de vida.
El líder de la banda, quien se hizo llamar Javier, inició la negociación con la esposa de Alejandro.
«Y si no me los consigues te voy a empezar a mandar pedazos de él”, decía el secuestrador
«No es necesario, me estoy moviendo”, respondía la esposa.
Para conseguir el dinero, la esposa vendió dos vehículos e hipotecó su casa, pero no fue suficiente.
«Con ellos se obedece, escucha lo que te están pidiendo y ya entrega”, decía Alejandro.
El secuestro fue planeado desde la cárcel de Santa Martha Acatitla, un familiar de la víctima proporcionó la información.
«Todo se confabulo ahí adentro. O sea, las mujeres entraban a ver a personas que estaban en la cárcel”, explica la víctima de secuestro.
Debido a la presión de los secuestradores, otro familiar asumió la negociación.
«Ya lo voy matar”, decía el secuestrador.
¿Y qué quieres que yo haga? Está en tus manos Javier, no quiero ofrecerte lo que no tengo”, decía el familiar de Alejandro.
Después de 40 días y previo pago del rescate, Alejandro fue dejado en libertad.
Semanas después, policías del Estado de México ubicaron la casa de seguridad donde estuvo cautiva la víctima.
Detuvieron a Fabiola González Camacho, Juan Carlos Sánchez Sánchez y Carolina Alvarado Gómez. En el lugar hallaron a otro secuestrado.
Ahora se sabe que el líder de la banda, Elías Loza Hernández alias “Charmin”, fue asesinado por sus cómplices.
El secuestro de Alejandro ocurrió hace diez años.
«Es increíble que a 10 años no estén sentenciados, todavía siguen los careos”, dice Alejandro.
Con información de Noticieros Televisa