MÉXICO.- La bancada de Morena en el Senado presentará una iniciativa para evitar que mujeres menores de edad de comunidades indígenas sean vendidas en matrimonio.
Al inicio de la sesión del pleno el martes, la presidenta de la Comisión de Género, Malú Micher, explicó que los legisladores morenistas tomaron esta decisión luego del reportaje transmitido en el noticiero En Punto, que conduce Denisse Maerker, donde se evidenció que niñas de la Sierra de Guerrero son vendidas para casarse y luego sufren abusos de todo tipo.
«Si además de esta violación a nuestra libertad, vivimos violencias; vivimos violencia sexual, somos obligadas a las relaciones sexuales sin nuestro consentimiento, esto denigra, esto ofende la dignidad de las mujeres, pone en riesgo su seguridad y pone en riesgo su vida y su libertad, es por eso que en el grupo parlamentario de Morena hemos tomado la decisión de presentar, y solicito e invito a quienes así lo deseen, a presentar una reforma».
Senadores del PRI, PAN y MC se sumaron a la exigencia de poner un alto a la venta de mujeres menores de edad para matrimonio y las vejaciones que sufren después.
«Que la Fiscalía de Guerrero entre en acción y sancione a los culpables. Que no permita que ninguna niña pase por esto y también que los responsables enfrenten la ley, pero también tendríamos que hacer este exhorto a cada uno de los congresos y a cada una de las fiscalías de nuestro país, para que generemos las condiciones que garanticen el bienestar de nuestras niñas. No podemos tolerar que sean maltratadas, que sean violentadas porque en este país», indicó Verónica Delgadillo, senadora de MC.
«Matrimonio infantil forzado que, desgraciadamente, se sigue dando en muchos estados de nuestro país. Legislamos en el 2019 para que se pusiera a una penalidad de 4 a 10 años, es una práctica basada en usos y costumbres que obviamente rechazamos», señaló Manuel Añorve, senador del PRI.
La senadora panista Xóchitl Gálvez explicó que los usos y costumbres no pueden utilizarse para cometer delitos en contra de las mujeres y más bien son un pretexto.
«Es muy cómodo para alguna autoridad corrupta decir que se trata de usos y costumbres para no hacer su trabajo. Yo desde aquí quiero exigir que se castigue al presunto violador de la niña de 15 años porque ni siquiera era con quien había contraído matrimonio, era su suegro y está persona estaba cometiendo un delito».
Dijo que no solo está prohibido en la ley el matrimonio infantil, sino que la Constitución ordena el respeto a los derechos humanos de las mujeres y las niñas.
Se prevé que esta iniciativa pueda ser promovida en el actual periodo ordinario de sesiones.
VENTA DE MENORES PARA MATRIMONIOS FORZADOS, PRÁCTICA AÑEJA EN COMUNIDADES DE GUERRERO
En Guerrero, la detención y encarcelamiento de una menor de edad por parte de policías comunitarios el pasado 1 de octubre, jaló la atención sobre un problema añejo: la venta de niñas para casarlas en ciertas comunidades.
“Yo no quería casarme. Esos señores me dijeron que me iban a tratar como a una hija, que iba a ser feliz, que no lo trataremos mal, la vamos a tratar bien en nuestra casa, por eso mi papá me dio”, dijo Angélica, menor vendida para matrimonio en Guerrero.
A los 11 años, Angélica fue entregada en matrimonio al hijo de una familia indígena na’a saavi del municipio de Cochoapa El Grande, Guerrero; cuatro años después, con 15 años cumplidos, Angélica huyó de la casa de su familia política debido, dice, al acoso sexual y al intento de violación por parte de su suegro.
“Por eso me va a violar, por eso me va a tocar porque yo voy a hacer todo lo que él diga porque me compró”, apuntó Angélica.
Hace un año, el esposo de Angélica migró a Estados Unidos; Petra Martínez, tía de Angélica y quien hizo público el caso, explica que la menor fue detenida y encarcelada por la Policía Comunitaria de Dos Ríos, tras escapar de casa de sus suegros.
“La niña ya no se quiso regresar, por eso la tuvieron mucho días en la cárcel porque no quería obedecer de regresar ahí con ellos”, apuntó Petra Martínez, tía de Angélica.
El padre de Angélica acordó en 2017 recibir 130 mil pesos para entregar a su hija en matrimonio; los suegros exigen más dinero para que la menor pueda volver con sus padres.
“Dijeron a mi papá: dile si va a volver para que se acaben los problemas. Si no va a volver va a tener que devolver todos los gastos, son 210 mil todos los gastos”, narró Angélica, una menor vendida para matrimonio en Guerrero.
El 10 de octubre pasado, autoridades estatales de Guerrero, de la Comisión de Derechos Humanos y del municipio acudieron a la Policía comunitaria de Dos Ríos para pedir la liberación de la menor. Ella y su familia tuvieron que salir de su comunidad para evitar represalias.
El de Angélica no es un caso aislado. Hermelinda Tiburcio explica que la mayoría de las mujeres na’a saavi son vendidas por sus padres. Ella fue una excepción. Huyó a los 11 años de su comunidad cuando se enteró que su padre la iba a vender.
“La venta de niñas es una violación a los derechos humanos; si una persona va y compra un animal es de su propiedad. Si a mi el hombre me compró soy de su propiedad, o sea abusa de mi, me viola, me maltrata, me grita y no tengo que decir nada porque me compró”, señaló Hermelinda Tiburcio, de la asociación Kinal Antzetik de Guerrero.
Esta práctica está focalizada en cuatro municipios de Guerrero con población indígena: Metlatonoc, Cochoapa El Grande, Xochistlahuaca y Tlacoachistlahuaca.
“Hace muchos años esta práctica era un rito. Se entregaban dotes a la familia de la novia. Se ha venido denigrando en el momento en que esa dote se hacía en especie y se convierte en dinero y aquí es donde entra el tema de la mercantilización”, expuso Javier Rojas, exsecretario de Asuntos Indígenas de Guerrero.
En Punto tuvo acceso a videos de estas ceremonias privadas; están presididas por las autoridades tradicionales de los pueblos y comunidades indígenas quienes avalan el trato; en una mesa se pone la cantidad de dinero acordada para el matrimonio y se cuenta a la vista de todos. los montos van desde los 50 hasta los 300 mil pesos.
“Se reúne la familia de los padres, de la niña o del muchacho y ellos acuerdan un dinero en el plato, los cartones de cerveza, los refrescos, la comida, dan consejos a los que se van a casar”, detalló Hermelinda Tiburcio, de la Asociación Kinal Antzetik de Guerrero.
Guadalupe vive en una de las comunidades de Tlacoachistlahuaca; la entregaron en matrimonio a cambio de 150 mil pesos. Hoy con 17 años de edad y un hijo de un año, decidió huir de su casa por la violencia que sufre.
“Le pagaron 150 mil pesos a mi papá y ahora quieren que los regrese. No quieren recibir los 150 mil, ahora quieren 300 mil pesos”, cuenta Guadalupe, una niña vendida para matrimonio.
Las autoridades la han enviado cuatro veces de vuelta a la casa de su esposo después de haber sido golpeada por él; tiene la esperanza de que las autoridades del Ayuntamiento y Derechos Humanos de Guerrero puedan intervenir en su caso. sus suegros pretendían tenerla amarrada hasta que su familia pagara por su liberación.
“La mamá de mi esposo andaba buscando un mecate para amarrarme. No soy su burro para que me amarre. Su burro anda libre y a mi me quiere amarrar”, señaló Guadalupe, menor vendida para matrimonio en Guerrero.
Con información de Noticieros Televisa / En Punto / Raymundo Pérez Arellano y Fernando Guillén