MUNDO.- Los bloqueos de carreteras clave y el cierre de cinco aeropuertos de regiones andinas de Perú se mantenían el viernes luego de violentas protestas que han dejado al menos 18 muertos en poco más de una semana, luego de la destitución y arresto del expresidente Pedro Castillo, que intentó disolver el Congreso.
La jefa de la Defensoría del Pueblo, Eliana Revollar, dijo que el mayor número de víctimas se produjo el jueves con la muerte de ocho personas tras enfrentamientos entre la policía y el Ejército con manifestantes en la región andina de Ayacucho, en medio de intento de tomar el aeropuerto de la ciudad.
«Tenemos una contabilidad dolorosa que podría llegar a dos decenas de personas (fallecidas)» durante las protestas, afirmó Revollar, en una entrevista con la radio local RPP.
La funcionaria dijo que en las protestas de Ayacucho los manifestantes incendiaron locales del Poder Judicial y fiscalía, y que miembros de las fuerzas de seguridad hicieron uso de sus armas para repeler ataques al aeropuerto y a sedes públicas.
«Hemos interpuesto una denuncia penal ante las fiscalías penales especializadas en derechos humanos de Huamanga (Ayacucho), para que se determine la responsabilidad por las graves vulneraciones que han afectado la vida e integridad de las personas», dijo la Defensoría del Pueblo en un comunicado.
Las protestas no han cesado pese a que el gobierno de la presidenta Dina Boluarte ha decretado el «estado de emergencia» nacional y entregó el control del orden público a las Fuerzas Armadas. A última hora del jueves se ordenó un toque de queda nocturno en 15 provincias, buena parte en las regiones de mayor convulsión, en otro esfuerzo por aplacar los conflictos.
Los manifestantes piden el adelanto de elecciones, el cierre del Congreso, una asamblea constituyente, la liberación del exmandatario Castillo y la renuncia de Boluarte.
La presidenta, cuyo mandato debería terminar el 2026, ha propuesto adelantar las elecciones para fines del 2023.
«TODO SE VOLVIÓ LOCO»
La justicia de Perú ordenó el jueves una prisión preventiva de 18 meses para el expresidente Castillo, mientras es investigado por «rebelión y conspiración» tras intentar disolver el Congreso y reorganizar el Poder Judicial de forma ilegal.
Castillo, un profesor de primaria que ganó sorpresivamente las elecciones por estrecho margen con el apoyo de las regiones mas pobres del país, ha negado las acusaciones.
Autoridades de transporte informaron el viernes que se han despejado bloqueos en el norte del país, pero se mantenían cerrados varios tramos en la principal carretera de la costa en el sur del país, con decenas de vehículos de carga varados.
Las protestas han generado el cierre además de lugares turísticos en Perú, como el de la ciudadela inca de Macchu Picchu, y se han conocido reportes de cientos de visitantes varados.
Sonia Vigil una turista noruega, dijo el jueves que llegó al país hace cuatro días y que «todo se volvió loco». «Hay basura en las calles y gente protestando y bocinas por todas parte. No estoy muy segura de lo que está pasando, realmente no nos dicen mucho y todo está en español y me cuesta entenderlo», afirmó.
El Gobierno de Boluarte, que tomó la sucesión del poder, llamó a Lima en consulta a sus embajadores en México, Argentina, Colombia y Bolivia -gobernados por líderes de izquierda y que apoyan al expresidente Castillo- como «reacción a la intromisión en los asuntos internos» de la nación andina.
El grupo de países dijo esta semana en un comunicado conjunto que Castillo es víctima de «hostigamiento» político desde asumió el poder en el 2021 y exhortó a Perú a «abstenerse de revertir la voluntad popular expresada» en las urnas.
Boluarte llama a la paz
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, afirmó que su país afrontó el jueves «una triste jornada de violencia» y reiteró su «invocación a la paz», tras la muerte de varias personas en el primer día del estado de emergencia decretado a nivel nacional.
«Condolencias», señaló una imagen publicada junto a un crespón negro por la jefa de Estado en su cuenta de Twitter.
La imagen fue acompañada con un mensaje en el que Boluarte se refirió a los graves enfrentamientos que se produjeron en la región sureña de Ayacucho, donde manifestantes intentaron tomar el aeropuerto, lo que generó enfrentamientos con miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
«Lloramos el llanto de las madres en Ayacucho y sufrimos el dolor de las familias en todo el país», sostuvo la gobernante antes de agregar que «en una triste jornada de violencia, nuevamente lamentamos la muerte de peruanos».
Boluarte envió sus «profundas condolencias a los deudos» de las víctimas y reiteró su «invocación a la paz», antes de etiquetar su publicación con las frases «#PerúUnido #PerúEnPaz».
Al menos 18 manifestantes han muerto en las movilizaciones de protesta contra el Gobierno de Boluarte, nueve de ellos en las manifestaciones del jueves, cuando entró en vigor del estado de emergencia a nivel nacional.
El principal foco de tensión estuvo en Ayacucho, donde un grupo de personas invadió el aeropuerto arrojando piedras y bombardas, mientras los militares respondieron con bombas lacrimógenas lanzadas desde helicópteros y disparos de armas de fuego, lo que dejó 8 muertos y 52 heridos, según el reporte de la Dirección Regional de Salud.
Otros dos fallecidos en la jornada se registraron en la norteña región de La Libertad, cuyas vías de transporte fueron totalmente despejadas este viernes por las fuerzas de seguridad.
A estas víctimas mortales se suman los fallecidos en días anteriores en el departamento sureño de Apurímac, otro en Arequipa, y uno más en La Libertad, desde que las protestas se recrudecieron este domingo en varios puntos del país.
Este jueves entró en vigencia el estado de emergencia decretado por el Gobierno a nivel nacional por 30 días para controlar los actos de vandalismo y violencia que se han presentado en las manifestaciones, mientras que también se ordenó el toque de queda en 15 provincias de ocho departamentos.
Los manifestantes exigen elecciones anticipadas, el cierre del Congreso y la convocatoria a una Asamblea Constituyente, así como, en algunos casos, la reposición en el cargo del expresidente Pedro Castillo, quien el jueves recibió 18 meses de prisión preventiva tras el fallido golpe de Estado que intentó dar la semana pasada.
Boluarte asumió la presidencia el pasado 7 de diciembre en reemplazo de Castillo, quien fue destituido por el Congreso luego de que dictara la disolución del Parlamento, anunciara la conformación de un ejecutivo de emergencia, que iba a gobernar por decreto, convocar a una asamblea constituyente y reorganizar el sistema de justicia.
Con información de Reuters y EFE