MUNDO.- El conflicto entre rivales militares que comenzó el pasado sábado en Sudán ha llevado al país africano a «una situación sin precedentes, muy grave y caótica» en la que ya ha llegado a un «colapso sanitario», dijo hoy en una entrevista a EFE el responsable ejecutivo de Médicos sin Fronteras (MSF) en el este de África, Jairo González.
«Te puedo decir honestamente que esta es una situación sin precedentes, muy grave, caótica, que nadie se esperaba que de repente en las ciudades principales del país empiecen unos combates tan intensos», señaló el cooperante español, que ha trabajado sobre Sudán en los últimos diez años, en una conversación telefónica desde Nairobi.
El pasado sábado comenzaron unos choques armados entre el Ejército sudanés y el poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) que han llevado a que se diseñe una nueva respuesta humanitaria ante la intensidad de los choques que han provocado que Sudán viva una de sus peores crisis en su historia reciente.
«Estamos pensando qué se necesita para la población sudanesa, que ahora es diferente a lo que se necesitaba la semana pasada. Es un escenario nuevo en el que la respuesta humanitaria debe diseñarse de nuevo. Es gravísimo, algo sin precedentes, muy complicado para la población», explicó.
EL COLAPSO SANITARIO
El Sindicato de Médicos de Sudán aseguró hoy que el 70 % de los hospitales situados en Jartum y en los estados aledaños al conflicto se encuentran fuera de servicio, lo que incrementa aún más el colapso sanitario en el país africano desde el inicio de los choques armados entre rivales militares el pasado sábado.
Pero González ya lo dice claro: «Yo diría que al colapso sanitario se llegó en el día uno del conflicto».
Se trata de un sistema sanitario «justo y ya pobre» en el que más de la mitad de los hospitales no funcionan en Jartum, una ciudad de 10 millones de habitantes, recordó.
«La situación es que los heridos no están yendo a los hospitales. En una situación como esta en la que hay que reforzar un sistema de salud justo, ahora va a peor, al colapso que diría que ya hemos llegado», aseveró.
Hasta el momento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de casi 300 muertos y más de 3.000 heridos en todo el país, aunque las cifras podrían aumentar dado que continúan yaciendo cadáveres en las calles y en las casas al no poder recogerlos debido a las batallas urbanas.
SIN SUSPENDER OPERACIONES Y PLANEANDO EVACUACIÓN
En un momento en el que varias organizaciones y agencias de la ONU se han visto obligadas a suspender sus operaciones en el país, González afirmó que «de momento» MSF no va a suspender su trabajo.
«En el este del país están funcionando los proyectos, en Jartum están buscando la oportunidad de enviar equipo desde almacenes. Si hay una oportunidad, usaremos la oportunidad», manifestó.
MSF cuenta con proyectos en más de diez estados de Sudán, con miles de trabajadores, entre ellos más de 130 personal internacional, los cuales esperan un plan de evacuación que hasta ahora no se puede realizar.
González señaló que se está pensando en la posibilidad de evacuarlos a zonas donde no se están registrando combates hasta el momento, como el estado de Al Yazira, al sur de Jartum.
«Pero la discusión ahora mismo es no moverse porque nadie sabe lo que controla quién», apuntó.
Añadió que, por ejemplo, en Al Fasher, en la conflictiva región de Darfur, los combates más intensos se produjeron anoche: «Ha sido tremendo y el mercado ha sido destruido. Va a peor».
Hace dos días, MSF denunció que hombres armados asaltaron sus instalaciones en Nyala, en Darfur del Sur, y «lo robaron todo», incluido vehículos, material de oficina y suministros médicos.
Darfur es una región que vivió una guerra civil de tintes étnicos entre 2003 y 2008 con más de 300.000 muertos y 1,8 millones de desplazados, y donde hasta 2020 había una misión de paz de la ONU.
El responsable adujo que «la preocupación actual del equipo en Darfur es que no se pueden mover, no pueden salir de las casas, de los hospitales».
Recordó que la situación en Darfur, en el oeste de Sudán y cuyo «tamaño es como el de España», es «gravísima y va a peor» y en Al Fasher, donde apoyan un hospital, el personal logró moverse al centro sanitario el martes, pero desde entonces no han podido salir: «Es imposible, hay más heridos que antes».
Y alertó que en el momento en el que los equipos se puedan mover por las calles de la región podrán encontrar «algo sin precedentes».
Con información de EFE