Estados Unidos. – Las apuestas legales pondrán en juego 350 millones de dólares para el Super Bowl LIII, de acuerdo con proyecciones de Eduardo Peláez, gerente de marca del casino en línea Strendus y especialista en apuestas deportivas.
Esta cifra, por primera vez, se obtendrá de la recaudación de diferentes estados de Estados Unidos y no sólo de lugares específicos como Las Vegas o Atlantic City, donde anteriormente sólo se podría apostar reglamentariamente en esos sitios.
En mayo pasado, la Suprema Corte en Estados Unidos canceló la prohibición de regular las apuestas deportivas. Lo anterior facilitó que estados como Nevada, Nueva Jersey, California y Delaware aprobaran su regulación.
“Cuando las ligas de deportes estadounidenses se informan del veredicto llegan a acuerdos con plataformas que recolectan datos de los juegos, como Sports Radar. Luego firman convenios con casinos, que en el caso de la NFL fue con Caesars Entertainment.
Los datos recolectados se los dieron a los casinos, que a su vez crearon algoritmos que controlan las líneas de apuestas. Todo esto, para que la Liga pueda mejorar sus ingresos en 7,000 millones de dólares, aproximadamente”, explicó Peláez.
El Super Bowl XXIX que se jugó en 1995, entre San Diego Chargers y San Francisco 49ers, fue el primero que permitió las apuestas reglamentadas, pero sólo en algunos casinos en Las Vegas como el Caesars Palace. Desde entonces, se han generado 2,400 millones de dólares en esos partidos, según cifras de ESPN.
Con 350 millones de dólares que calcula Peláez que se producirán con la edición de este año, significa que se generará 14 % del dinero que se consiguió en esos casinos de Las Vegas en 23 años.
“El gobierno estadounidense calculó 4,700 millones de dólares en apuestas en el Super Bowl pasado y 4,600 millones de ellas se realizaron de manera ilegal”, sostuvo Peláez.
Con información de El Economista.