Estados Unidos. – El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) podría ponerse a votación en el primer semestre del año, de acuerdo con varias versiones de legisladores estadounidenses.
De acuerdo con Jesús Seade, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), inicialmente los legisladores proyectaron que el T-MEC fuera votado antes de que concluyera el año en curso, pero que esta línea de tiempo se ha reducido hasta estimaciones tan pronto como en esta misma primavera. Entretanto, Jaime Zabludovsky, vicepresidente de la consultoría IQOM, comentó que uno de los puntos cruciales es que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, esté dispuesta a procesar la ratificación del T-MEC.
“Una ratificación en abril la veo difícil, quizás en mayo-junio (…) México no tiene restricciones. Los que tienen calendarios políticos inminentes son Estados Unidos y Canadá, y me da gusto que ahora están pensando en ponerse las pilas y apretar para que salga antes de medio año”, sostuvo Seade en un evento organizado por Baker McKenzie, el Comexi y Atlantic Council.
El 29 de enero pasado, 60 días después de la firma del acuerdo como lo exige la Autoridad de Promoción Comercial, el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, presentó al Congreso los cambios a las leyes existentes de Estados Unidos que serán necesarios para que ese país cumpla con el T-MEC propuesto. No se espera que se complete un informe de la Comisión Internacional de Comercio de Estados Unidos sobre el posible impacto económico del T-MEC hasta el 20 de abril del 2019, debido al cierre del gobierno por 35 días. El informe ha sido citado por algunos miembros del Congreso como clave para sus decisiones sobre si respaldar o no el acuerdo.
Otro de los puntos pendientes para la ratificación del T-MEC es la eliminación de los aranceles de 25% a las importaciones estadounidense de acero y de 10% a las de aluminio, lo cual se esperaría que ocurra próximamente, desde la perspectiva de Seade. Por ello, Seade no quiso especificar un plazo para que México implemente represalias a través del mecanismo conocido como carrusel, el cual permite rotar las mercancías castigadas, en respuesta a los aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio.
A mediados de febrero, Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, dijo que México podría implementar represalias a través del mecanismo de carrusel en dos o tres meses, si Estados Unidos no elimina sus aranceles a esos dos metales. Algunos legisladores demócratas, incluida Pelosi, han dicho que están esperando que México apruebe una ley laboral interna para garantizar que los trabajadores tengan derechos de negociación colectiva y votos secretos en los sindicatos. Se espera que el Senado mexicano apruebe la legislación necesaria en abril.
Ya en congruencia con lo establecido por el anexo del T-MEC en materia de contratación colectiva, el 24 de febrero del 2017 se publicó en el Diario Oficial de la Federación de México la reforma constitucional que adopta diversos principios de negociación colectiva y libertad sindical, así como el nuevo modelo de justicia laboral. Asimismo, el 20 de septiembre del 2018, se ratificó el Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo, que trata sobre la aplicación de los principios del derecho de sindicación y de negociación colectiva.
Entre finales de abril y julio próximo existe “una ventana de oportunidad” para ratificar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en el Congreso estadounidense, afirmó el director general del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales, Moisés Kalach.
“Se alinean los intereses en ese momento y los republicanos como los demócratas querrán quitar esto de la agenda (política electoral) del 2020, y el Senado mexicano está listo para poner el tema en la mesa”, acotó en entrevista posterior a su participación del foro La Relación Comercial en América del Norte y el Destino del T-MEC, realizado por Baker McKenzie.
El representante de las negociaciones comerciales del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) comentó que México no tiene prisa por acelerar la aprobación del T-MEC, en cambio, lo que sí se hace es relanzar el cabildeo empresarial con sus contrapartes estadounidenses y los respectivos congresistas, para elevar el costo político al presidente Donald Trump, si es que pretende abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“Lo que estamos haciendo es continuar con el trabajo que hicimos con nuestros aliados al principio de la negociación del acuerdo, hoy con un enfoque diferente, y el cuarto de inteligencia nos da las bases para tener una estrategia de cabildeo, tenemos oficina en Washington, y lo que queremos es trabajar con la parte demócrata y no olvidar a los republicanos”, comentó.
Kalach mencionó que parte del cabildeo es explicar y garantizar el cumplimiento del tratado, así como dar a conocer los procesos que mantiene México para cumplir con el avance de la ley laboral, que se pactó como parte del T-MEC.
Con información de El Economista.