CIUDAD DE MÉXICO.- Ariana Villanueva estaba preocupada por las frecuentes pesadillas de su hijo, a partir de los 6 años.
«Cuando se despertaba, así se despertaba agitado y sí se espantaba, pero ya se pasaba luego a mi cuarto y ya se tranquilizaba».
Los trastornos del sueño afectan de 35 a 45 por ciento de los niños de 2 a 18 años. Entre los más frecuentes figuran las pesadillas, los terrores nocturnos, hablar durante el sueño y el sonambulismo.
«Entramos a un sueño que se llama MOR, con movimientos oculares rápidos. Normalmente las pesadillas se dan en esta fase, de movimientos oculares rápidos, y tenemos que hacer una diferenciación de lo que se le llamaría terror nocturno», explicó Rosa María Campos Morales, psicóloga.
De las pesadillas al terror nocturno
El terror nocturno ocurre en las primeras etapas de la noche, generalmente en el primer tercio del sueño. El pequeño suele encontrarse muy agitado y aunque pareciera estar despierto, está dormido.
«Se levanta, se sienta, empieza a tener sudoración, puede pegar de gritos literales y no moverse de su cama, estar ahí sentado con estas condiciones con ojos abiertos», afirmó la psicóloga.
En ocasiones hasta puede levantarse y caminar. A diferencia de las pesadillas, que ocurren en la parte final del ciclo del sueño y la persona suele recordarlas, no hay conciencia de los terrores nocturnos.
Cuando estos trastornos ocurren reiteradamente se necesita buscar la causa.
«Siempre es después de que ve una película de terror», dijo Ariana Villanueva.
En ocasiones el motivo no es tan claro y es necesario investigar, incluso en la escuela, posibles factores desencadenantes o algún trastorno neurológico subyacente.
Sobre cómo prevenir los terrores nocturnos, habla la Dra. Diane Pérez.
Con información de Noticieros Televisa