MÉXICO.- El lunes, 43 leones y un jaguar fueron trasladados del santuario Black Jaguar – White Tiger hacia zoológicos y centros de conservación de vida silvestre en Sinaloa y el Estado de México.
Sitios que se comprometen a cuidarlos y protegerlos.
Todos los animales que fueron reubicados se encontraron bajos de peso y desnutridos.
“Son dos a Reino Animal, seis a Sinaloa, son 38 y 6 a Yupendii, son 44, eso hasta el momento, es lo que está establecido (…) hasta ahorita así es”, detalló Ernesto Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, AZCARM.
Desde temprana hora del lunes, se dispusieron todos los elementos. Los camiones, las cajas, las herramientas, veterinarios y personal especializado en diversas áreas, los sedantes, agua y alimentos.
Todos los animales fueron medidos y pesados. Se les realizó un chequeo médico para prepararlos para el viaje a su nuevo hogar.
“Se les está estabilizando, alimentando, se les está dando suero y se les está tratando”.
Varios camiones llegaron a la reserva. Llevaban cajas especiales para el manejo de estos felinos.
Así viajaron los 43 leones y un jaguar que salieron de la reserva hacia su nuevo hogar. Casi todos rumbo a Sinaloa.
“Estamos aquí dando este apoyo, vamos a tratar de trasladar un gran número de felinos, donde van a ser rehabilitados y posteriormente les estaremos dando nuestro cuidado para darles una mejor calidad de vida (…) son cerca de 36 animales que van”, señaló Diego García Heredia, director del Zoológico de Culiacán, Sinaloa.
Aún, se busca hogar para poco más de 100 felinos. Entre ellos tigres, leones y jaguares.
“Yo creo que van a quedar como ciento y feria, como 120, algo así (…) seguimos buscando lugares que puedan, porque realmente es muy costoso y requiere de espacios, y no hay los espacios disponibles para tanto animal (…) de hecho en todos los albergues de AZCARM hay muchos animales que ya son custodia de Profepa, de FGR y que están ocupando esos lugares, entonces estamos buscando a donde puedan ir más”, indicó la AZCARM.
El predio permanece asegurado con sellos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Profepa, y bajo custodia de la policía capitalina.
Con información de N+ / Jesús Barba