MUNDO.- Las autoridades ucranianas pusieron en marcha este jueves un nuevo intento para evacuar a los civiles atrapados en la ciudad asediada de Mariúpol, al tiempo que el Comité Internacional de la Cruz Roja se declaró dispuesto a dirigir esta operación «vital» pero solo si se establecen las garantías de seguridad necesarias.
El CICR ya llevó a cabo varios intentos infructuosos para organizar las evacuaciones de Mariúpol, una ciudad portuaria estratégica en el Mar de Azov, en el sureste de Ucrania, asediada y bombardeada implacablemente por las fuerzas rusas desde finales de febrero.
«Es vital que estas operaciones se lleven a cabo. La vida de decenas de miles de personas en Mariúpol depende de ello», dijo la organización desde Ginebra, afirmando que esperaba poder lanzar la operación el viernes.
Moscú anunció un alto el fuego local, a partir de las 07h00 GMT del jueves para abrir un corredor humanitario «con la participación directa de representantes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y del CICR».
El gobierno ucraniano anunció el envío de 45 autobuses para evacuar a los civiles hacia Zaporiyia, 220 km al noroeste, según la viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk. Las personas que lograron salir de la ciudad y las oenegés describieron condiciones de vida catastróficas, con civiles atrincherados en sótanos, privados de agua, comida y comunicaciones, y cadáveres esparcidos por las calles. Se calcula que unos 160.000 civiles siguen atrapados y el ayuntamiento de Mariúpol acusa a Moscú de haber evacuado contra su voluntad hacia Rusia a más de 20.000 residentes.
Según el Ministerio de Defensa británico, «continúan los intensos combates en Mariúpol», pero los ucranianos «mantienen el control del centro de la ciudad». El líder de la república rusa de Chechenia, Ramzán Kadírov, leal a Vladimir Putin, cuyos miles de hombres luchan en la zona, aseguró por su parte que entre el 90 y el 95% de la ciudad estaba ya bajo control ruso.
En cuanto a las negociaciones, el jefe de la diplomacia turca, Mevlüt Cavusoglu, anunció el jueves que podría celebrarse una reunión entre el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo ucraniano, Dmitro Kuleba, «en una o dos semanas». Turquía podría acoger esa reunión, para la que no se ha fijado fecha. El negociador jefe de Ucrania, David Arakhamia, dijo el miércoles que las conversaciones en línea con la delegación rusa se reanudarían el viernes.
En cinco semanas de guerra, más de cuatro millones de ucranianos se vieron obligados a huir de su país, según el ACNUR, un éxodo de refugiados que no se había visto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
El presidente ucraniano se dirigió el jueves por video a los parlamentos de Australia y Países Bajos, instándoles a suministrar armas a su país y a dejar de comprar hidrocarburos rusos. En el Reino Unido, la ministra de Exteriores, Liz Truss, anunció el jueves un nuevo paquete de 14 sanciones contra «propagandistas y medios de comunicación estatales» rusos, incluidos RT y Sputnik, para contrarrestar «un torrente de mentiras».
A última hora del miércoles, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, declaró que su ejército se estaba preparando para nuevos combates en el este y aseguró que no creía en las promesas de Rusia de reducir su despliegue militar hacia Kiev, la capital.
«Vemos que hay una acumulación de tropas rusas para nuevos ataques» en la región del Donbás, en el este, «y nos estamos preparando para ello», aseguró Zelenski.
Según el jefe de la administración militar de la región de Donetsk, Pavel Kyrylenko, el ejército ruso volvió a bombardear esa región del Donbás durante la noche, en algunos lugares con bombas de fósforo. Dos niños murieron como consecuencia de los ataques en la cercana región de Lugansk, según los servicios de emergencia. En Járkov, una gran ciudad cercana a la frontera rusa, se produjeron intensos bombardeos durante la primera parte de la noche, informó AFP.
Los rusos «no apuntan a ningún objetivo militar, anoche solo hubo bombardeos de artillería de todo tipo sobre zonas residenciales», dijo una fuente de la 92ª brigada, una de las unidades que defienden la ciudad. Según Oleg Sinegubov, gobernador de la región de Járkov, una persona murió y tres resultaron heridas en un bombardeo «masivo» en Dergachi, un suburbio del norte de Járkov. Los intensos combates y bombardeos continuaron en Izium, el punto más disputado de la región, dijo en Telegram.
Más al oeste, dos personas murieron y dos edificios, entre ellos un depósito de combustible, fueron destruidos en un ataque con misiles contra una instalaciones militares en la región central de Dnipro, según su gobernador Valentin Reznichenko.
Los separatistas prorrusos de la región ucraniana del Donbás dijeron el jueves que controlaban casi todo Lugansk y más de la mitad de Donetsk, una información que no pudo ser verificada de forma independiente. Y en Rusia, la popularidad de Vladimir Putin subió 12 puntos respecto a febrero, y un 83% de los encuestados aprueban su actuación, según un sondeo publicado el jueves por el instituto independiente ruso Levada, el primero desde el inicio de la ofensiva en Ucrania.
Con información de AFP