MUNDO – Ante el temor de un Brexit caótico, la Unión Europea (UE) está dispuesta a dar su visto bueno a un aplazamiento de la retirada británica, pero si existen sólidas garantías de Londres, advierten diplomáticos europeos.
A 10 semanas de la fecha del Brexit, el 29 de marzo, este escenario cobra fuerza en Bruselas, máxime cuando los británicos todavía no lograron ponerse de acuerdo sobre el tipo de divorcio que podrían aceptar.
La UE consideraría actualmente un retraso de varios meses, y no sólo de algunas semanas, afirman medios británicos. «Especulaciones», responden las fuentes consultadas por la AFP, que consideran «prematuro» fijar la duración.
«Hay muchas ideas que circulan y estoy seguro que es una de ellas», pero primero Londres debe pedir algo para poder debatirlo seriamente, comenta una de estas fuentes, que pidieron el anonimato.
El portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, aseguró en rueda de prensa que no recibieron ninguna petición. Si esta llegara, debería estar motivada y los 27 socios de Londres deberían aceptarla por «unanimidad».
Los europeos darían sin duda su visto bueno para evitar un divorcio sin acuerdo, visto como el peor de los escenarios, según varias fuentes diplomáticas. Pero no lo harían con gozo en el corazón y sería con condiciones.
«No es tan fácil dar más tiempo», señala un responsable europeo, para quien este escenario prolongaría la incertidumbre.
«Las empresas y los ciudadanos quieren saber si Reino Unido se queda o no», asegura.
Una extensión del Artículo 50, activado por Londres para abandonar la UE, «se supone que debe permitir finalizar procedimientos», como la ratificación, pero no dar más tiempo a Reino Unido para «ponerse de acuerdo», agrega.
Mensaje implícito: La UE sólo concederá este aplazamiento con la garantía de que Reino Unido haya logrado unirse en torno a una posición firme, lo que permitiría concluir rápidamente un acuerdo.
«Si nos dicen que es para organizar nuevas elecciones o un nuevo referéndum, formaría parte de los motivos aceptables», agrega un diplomático, pero «tiene que ser por un período corto, sólo unas semanas».
De hecho, si Reino Unido sigue formando parte de la UE cuando se celebren las elecciones europeas previstas del 23 al 26 de mayo, Londres estaría «obligada a organizar elecciones», comenta un responsable europeo.
Para muchos esto significaría un rompecabezas jurídico para la UE. «Los británicos podrían tener eurodiputados durante un período provisional», hasta su marcha, comenta un diplomático.
Los nuevos titulares de los 27 de los 73 escaños británicos, que la UE aprobó destinar a otros países como Francia o España, tras el Brexit, «deberían esperar la marcha británica para ocuparlos», agrega.
Un diplomático confiesa temer que Londres se aproveche de la fragilidad jurídica de esta configuración inédita para «tomar como rehén el proceso legislativo» europeo y obtener nuevas concesiones.
«Lo que es realista es un aplazamiento como máximo hasta la sesión constitutiva de la Eurocámara a principios de julio», según otro diplomático, lo que descartaría la llegada de los nuevos eurodiputados británicos.
La hipótesis de un Reino Unido todavía en la UE durante las elecciones europeas «sería un problema, pero superable», asegura Pierre Vimont, ex número dos de la diplomacia europea y actual analista de Carnegie Europe.
«Y estas elecciones en Gran Bretaña podrían ser incluso la ocasión de conocer el estado de ánimo de los ciudadanos británicos», agrega.
La actual posición oficial del gobierno británico es, con todo, contraria a aplazar el Brexit. «No es un asunto que hayamos hablado con la UE, porque no queremos hacerlo», dijo un portavoz de la ‘premier’ Theresa May.
Con información de AFP