Ciudad de México.- El Legislativo debe contener las acciones de extorsión por “pseudo-líderes” y evitar que un sindicato obtenga la constancia de representatividad sin el apoyo mayoritario de los trabajadores, como parte de las reformas que se adicionen a la ley laboral, pues esto podría atentar contra la inversión, pugnó Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
En el marco de la discusión de la reforma a la Ley Federal del Trabajo es imprescindible alcanzar un balance entre el ejercicio pleno de los derechos laborales y sindicales, con la paz laboral y la competitividad internacional de las relaciones obrero-patronales, consideró el líder del sindicato patronal en México.
“La paz laboral, en coexistencia con la vigencia de los derechos de los trabajadores y las libertades sindicales, es condición necesaria para el desarrollo económico del país”, como ha sucedido a lo largo de los últimos años, en donde solo se han presentado 3 huelgas laborales.
A través de su mensaje La Señal Coparmex, De Hoyos explicó que mientras para unos países los conflictos laborales se han convertido en un inhibidor de la inversión, “en México la paz laboral se ha traducido en las últimas décadas, en elemento diferenciado nacional determinante para las inversiones nacionales y la atracción de capital internacional”.
Sostuvo que el cumplimiento de los acuerdos internacionales, y la maduración de los derechos laborales, no está reñido con la preservación de la competitividad y la paz laboral de México.
De acuerdo con la demanda empresarial, la Reforma Laboral que se procesa actualmente por el Congreso de la Unión, y que se discute de forma originaria en la Cámara de Diputados, debe tener dos objetivos primarios: la paz laboral y la plenitud de la vigencia de los derechos de los trabajadores, ambos, fundamentales para la competitividad de México.
Por ello, el dirigente de la Coparmex consideró que en materia de relaciones individuales de trabajo deben equilibrarse las cargas probatorias sobre el despido y las condiciones de trabajo; además de que se suprima la sanción de considerar como despido injustificado cuando un patrón omita entregar un aviso de rescisión, y que se incluya un procedimiento ágil para el pago de indemnizaciones en los casos que el patrón pueda optar por ello, como se establecen en el artículo 49 de la LFT.
Los empresarios propusieron que en materia de relaciones colectivas de trabajo se construya un marco que respete la vida sindical, comenzando desde la libre elección del trabajador de participar o no hacerlo en un sindicato.
“Se debe sancionar con severidad, a quien provoque la suspensión de actividades en una empresa por vías de hecho y fuera de un procedimiento legal. Contener las acciones de extorsión por pseudo-líderes, y evitar que un sindicato obtenga la constancia de representatividad sin el apoyo mayoritario de los trabajadores”, afirmó Gustavo de Hoyos.
Con información de El Economista.