MÉXICO.- El Viacrucis Migrante consiguió compactarse, caminar 4 horas y pasar un retén del Instituto Nacional de Migración(INM) y de la Guardia Nacional (GN)
Y aunque la multitud se dispersó a lo largo del asfalto, un puñado de extranjeros descansa en el parque del ejido Álvaro Obregón, en esta localidad, el resto, se apoderó de las calles cercanas.
Este lunes continuarán el viaje, a las 5:00 de la mañana.
Los casi 3 mil hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, venezolanos, costarricenses, colombianos y algunos asiáticos salieron desde las 7:00 am del Parque Bicentenario de Tapachula.
En el reten migratorio, ubicado en la localidad Viva México, no se vio ningún agente migratorio. «¡Vamos, vamos!», gritaron algunos extranjeros al pasar, bajo los rayos del sol que no dan tregua.
Perla Contreras, de 29 años, originaria de Honduras, dijo que tenía más de 15 días de estar durmiendo en el parque de Tapachula junto a su hijo de 8 años, quien cargaba dos mochilas, una al frente y otra en su espalda.
«Vamos a llegar hasta donde Dios, y el cuerpo diga», comentó.
«La situación se agrava más en Venezuela por la cuestión política ya no se puede estudiar», dijo Santiago Volcoba, de 17 años, atrás de él su primo, Sebastián, de 11 años, quien cargaba a un perrito de nombre Danna.
«Es la bendi, me lo traje de Selva del Darién, donde mi mamá murió tras cruzar», dijo el menor de edad.
El primer descanso fue en la localidad, Viva México, donde los migrantes que llevaban pesos compraron pollo asado, piñas enteras y aguas en una tienda.
Irineo Mujica, activista, dijo que este viacrucis era también para protestar por la muerte de 40 migrantes en la estación de Juárez.
Entre los jóvenes iba la hondureña Dana, quien dijo que viajaba con otros adolescentes más. Nadie pidió aventón, era una de las reglas de la caravana para no adelgazarla.
El descanso
Luz y su hijo discapacitado, ambos de nacionalidad guatemalteca, tomaron un colectivo, «la situación está mal económicamente y yo necesito dinero para operar a mi Niño», dijo mientras bajaba del transporte, y notó que el grueso del contingente se había quedado atrás.
A las 11:00 horas en el ejido Álvaro Obregón, los migrantes se dispersaron en el parque. Ahí un grupo de chicas trans se quejaban de estar lastimadas de los pies.
«En Tapachula dormimos en el parque, pero una noche llegó un grupo de hombres y me atacó sexualmente, no hubo respeto en esa ciudad, por eso nos venimos en este Viacrucis», dijo Dana Sofía.
Con información de Reforma