Foto: Twitter / @involcanMUNDO.- Más de tres mil residentes de La Palma fueron informados el martes de que pueden abandonar sus hogares después de que las autoridades pusieran fin a un confinamiento provocado por una espesa nube de humo procedente del volcán que ha devastado la isla canaria española.
Una corriente de lava al rojo vivo procedente del volcán Cumbre Vieja arrasó el lunes una fábrica de cemento, levantando nubes de humo y haciendo que las autoridades ordenaran a los habitantes de la zona que se quedaran en casa.
Los servicios de emergencia ordenaron a los residentes de las localidades de El Paso y Los Llanos de Aridane que permanecieran en sus casas, cerraran las ventanas y apagaran los aparatos de aire acondicionado para evitar la inhalación de las emanaciones tóxicas de la planta de cemento en llamas, que estaba siendo gradualmente engullida por la lava.
El martes, las autoridades dijeron que la nube de humo había pasado y que la calidad del aire había mejorado, por lo que 3.500 residentes podían abandonar sus casas.
El aeropuerto de la Palma continuaba abierto, aunque 11 vuelos fueron cancelados y otros tantos sufrieron retrasos el martes, según informo la operadora aeroportuaria AENA.
El martes se produjeron 18 movimientos sísmicos, el más fuerte de 3,8, según el Instituto Geológico Nacional de España.
La lava de la erupción que comenzó el 19 de septiembre ha arrasado una superficie total de casi 600 hectáreas, dijo Miguel Ángel Morcuende, director técnico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias.
Tras el derrumbe parcial del cono del volcán el sábado, una nueva colada de lava se dirigió hacia el mar, asolando las plantaciones de plátanos y aguacates y la mayoría de las casas que quedaban en el pueblo de Todoque.
Los torrentes de roca fundida han destruido 1.186 edificios en las tres semanas transcurridas desde la erupción, según el Instituto Volcánico de Canarias.
Unas 6.000 personas han sido evacuadas de sus hogares en La Palma, que tiene unos 83.000 habitantes.
Con información de Reuters
