MUNDO.- La fase explosiva en la que permanece el volcán de Cumbre Vieja de la isla de La Palma mostró este viernes por la noche toda su fuerza con nuevos derrumbes en el cono principal que causaron la salvaje aparición de una nueva colada. En cuestión de minutos, esta cubría buena parte de la ladera norte.
Una noche especialmente activa que deja ya más de 480 hectáreas bajo la lava y 1149 construcciones afectadas.
Por si esto fuera poco, las autoridades muestran ahora su preocupación por el posible derrumbe del delta formado por la lava, ya que este iría con casi toda probablididad acompañado de liberación de gases, grandes olas y explosiones hidromagmáticas.
La sismicidad en la isla sigue aumentando en número e intensidad, siempre a una profundidad superior a los 10 kilómetros, lo que hace que la posibilidad de un nuevo centro eruptivo alejado del cono principal sea de momento «escasísima», a juicio de los expertos.
La calidad del aire, por su parte, se mantiene según los expertos «regular», con los vientos de este sábado, de componente norte, ayudando a que mejore la situación. Las emisiones diarias de dióxido de azufre alcanzan las 4.994 toneladas y la emisión difusa de dióxido de carbono es de 1.668 toneladas diarias, lo que supone valores parecidos a días anteriores.
La nube de cenizas y gases sí que ha afectado no obstante a la operatividad de los aeropuertos de La Palma y Tenerife, si bien este último ya funciona con normalidad.
Con información de Euronews