MUNDO.- Nuevas cascadas de lava al rojo vivo caían este miércoles en el Océano Atlántico frente a la isla española de La Palma, lanzando columnas de humo blanco y extendiendo una plataforma de roca volcánica creada por flujos anteriores.
La corriente de roca fundida del volcán Cumbre Vieja, que entró en erupción a mediados de septiembre, llegó al agua cerca del popular lugar de surf de la playa de Los Guirres poco antes de las 2 de la madrugada, según el Ministerio de Transportes.
Imágenes subidas por el Instituto Geológico y Minero de España mostraron ríos de roca fundida deslizándose hacia el mar y grandes rocas rodando por un acantilado, lo que provocó que un cono de escombros emergiera de la línea de flotación.
A diferencia de la primera vez que la lava llegó al océano -hace poco más de un mes-, las autoridades dijeron que no es necesario que los residentes permanezcan en sus casas.
‘No son necesarios nuevos confinamientos, porque las poblaciones están muy alejadas de la zona de contacto con el mar que se produjo anoche’, dijo a Reuters un portavoz de los servicios de emergencia.
Pocas personas viven en la zona afectada, ocupada principalmente por plantaciones de plátanos.
Al principio de la erupción, las autoridades temían que la reacción entre la lava sobrecalentada y el agua del mar pudiera desencadenar potentes explosiones y desencadenar nubes de gases tóxicos. Durante la última gran erupción en la isla, hace unos 50 años, un hombre murió tras inhalar dichos gases.
El Cabildo de La Palma afirmó el martes que la actividad sísmica en torno al lugar de la erupción, así como las emisiones de dióxido de azufre tóxico, habían disminuido y que la calidad del aire seguía siendo buena en la mayor parte de la isla.
Con información de Reuters